Capítulo 3: Primera noche de ensueño

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Escuchó la historia del One for All como si fuese un cuento, una leyenda completamente irreal que le cuentas a los niños antes de ir a dormir, pero era cierta. Deku le estaba contando todo, confiaba en él para hacerlo y eso valía como un tesoro para él. Ahora entendía porque ese gesto de terror, cuando todos fueron a ver donde se habían roto todos esos cristales, porqué estaba tan tenso con sus amigos, y también el que hubiese bajado esa noche a la cocina.

También ahora deducía por lo que había pasado aquellos días aunque sabía que era imposible ponerse en el lugar de alguien que había pasado algo así.

— Pensaba que este don empezaba a ser "mío", a ser parte de mi, pero puedo ver que eso era una mera ilusión.

— Eso es una mierda Deku, ¡una puta mierda! —¿Cómo podía Deku decir siquiera tremenda mierda? Era el heredero de All Might, no podía verse así. — Eres tú quien usa ese don raro, tú eres el nerd más excepcional del mundo, nadie más que tú podría manejar algo así y...

No lo había pretendido pero su voz sonó tal vez con demasiada rudeza y no fue consciente de ello hasta que vio cómo las lágrimas caían por las mejillas del peliverde, otra vez la había jodido.

— ¿Estás bien Deku? No quería sonar tan, tan yo.

— ¿Crees que de verdad merezco este quirk Kacchan?

¿Por eso lloraba? Había hecho llorar a Deku al decirle que realmente confiaba en él. Era la primera vez que se lo decía, la primera vez que lo admitía en voz alta y tal vez debería haberlo dicho mucho antes. No estaba acostumbrado a consolar a nadie, probablemente en otro contexto nunca lo hubiese hecho, pero Deku estaba llorando en su cama. Necesitaba acortar la distancia que lo estaba matando. Se dejó caer a su lado en la cama mientras sus brazos envolvían a Izuku, pegándole a su pecho y dejando a su rostro hundirse entre los revueltos mechones verdes.

— Si, claro que lo mereces. No solo eso, creo que si naciste con la gran rareza de no tener ningún don es porque el One for All te estaba esperando, All Might esperó por ti sin saberlo Deku. Puedes hacerlo. Pero no solo. Nunca lo hagas solo.

Katsuki lo sostuvo todo el tiempo que lloró, e incluso siguió hablándole sin buscar que cesara el llanto, solo queriendo abrirle su corazón. Izuku era una persona maravillosa, sabía que si él mismo no se veía así era en gran medida por culpa suya.

Lo mantuvo entre sus brazos cuando las lágrimas pararon, hasta que  cayó rendido en un profundo sueño, no se separó de él. Sin embargo, agradeció a todas las deidades que se le ocurrieron que hubiese ocurrido algo así, el poder de nuevo acercarse a Izuku.

Katsuki despertó adolorido, a las pocas horas en la misma posición que recordaba haber permanecido antes de dormirse. Apenas habían podido dormir y Deku seguía con la cara hinchada del desconsuelo, aunque parecía en paz. Se estiró para apagar la alarma antes de que sonase para con gran pesar salir de debajo de las mantas. Permitiendo a su cálido acompañante seguir durmiendo, mientras él iba a preparar el desayuno como cada mañana.

Por su cabeza rondó la posibilidad de tomar una foto del portador del One for All, pero no quería tentar a la diosa fortuna, trataría de mantener ese recuerdo vivo en su mente. Antes de abandonar el cuarto se aseguró de acercar el teléfono a Deku, iba a dejarlo dormir todo lo posible y le avisaría con un mensaje. O tal vez varios.

No era consciente de lo feliz que estaba, sentía que había no solo ayudado a Deku, sino que había hecho algo importante para él mismo. Era posible enmendar sus errores del pasado, empezar de cero si Deku se lo consentía. Tarareo mientras cocinaba el desayuno, a la espera de que llegasen los primeros secundarios a comer. No le mandó un mensaje a Deku para que se despertara, hasta que prácticamente todos habían ya desayunado y al no recibir contestación lo llamó, tenía que bajar a desayunar si quería llegar a clase.

Un sueño con Lazos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora