Familia.

404 36 0
                                    

Recorrí la planta baja de la casa, subí a la segunda, trataba de encontrar a ese chico, de una habitación provenía el sonido de una guitarra acústica y supe que era él.

Me paré en el marco de la puerta, quería verlo tocar esa tranquilizante melodía, me di cuenta de que él había escrito esa canción porque podía sentir la escencia de Alex en esos acordes.

Minutos después notó mí presencia y su mirada me hizo imaginar muchos escenarios, el que más me convencía era en el que me sacaba de su habitación, pero hizo algo que no esperaba.
Apartó la guitarra y corrió a abrazarme, enredé mis piernas en su torso, aún manteníamos el abrazo y ocurrió lo que había tratado de contener desde que lo vi, comencé a llorar.

-Hey... no llores, esos ojos se ven un poco menos tenebrosos cuando no lo haces.- dijo sonriendo, limpió mis lágrimas con su dedo pulgar y sonreí.

-Tonto...- me solté de su agarre y me recosté en su cama, él imitó mi acción y se quedó a mi lado, apartó los mechones de cabello que cubrían mi rostro, una mueca de arrepentimiento adornaba su cara.

-Lo único que puedo decir es que lo siento mucho Anaís... no debí alejarte de esa manera, reconozco que soy un estúpido, fui un inconsciente, pasaste por cosas difíciles sé que me convertí en tu apoyo y te fallé como tal yo...-

-Shhh...- lo interrumpí y revolví su lacio cabello
-Te perdono.-

Suspiró.

-Gracias, te debo una.- colocó su cabeza en mi vientre.

-¿Sabes cómo podrías pagármelo?- dije con una sonrisa ladeada.

-No, dime.-

-Vamos al bosque.- comenté.

-Bien, vamos.- nos levantamos de la cama y bajamos las escaleras, nuestras mamás estaban conversando, con una seña les avisamos que íbamos a salir, ellas asintieron.

Nos montamos en las bicicletas que estaban en la cochera y partimos.

-¿Irás a la misma preparatoria que yo?- preguntó el chicho alto que venía a mi lado.

-Sí, sólo espero poder pasar... el año anterior casi repruebo.-hice una mueca.

-No debes preocuparte, todo será fácil, y yo puedo ayudarte.- esquivamos unas rocas en el camino, ya estábamos en zona boscosa.

-Gracias Alex.- me guiñó un ojo y nos detuvimos, bajamos de las bicicletas y las llevamos hasta donde pasaríamos el rato, de no hacer eso, podrían robárnoslas.

Caminamos con cuidado, el terreno era hermoso pero a la vez engañoso por lo que debíamos estar alertas.
Nos sentamos debajo de un gran árbol, y hablamos sobre absolutamente todo desde que dejamos de vernos, contamos grandes secretos personales en el transcurso de eso y a decir verdad, se sentía genial el hecho de que alguien estuviera escuchándote con tanta atención y que se preocupe por ti, estoy feliz de haber recuperado a mi confidente, Alex completa el vacío que fue formándose en mi interior con el paso de los años y con las risas que me provoca olvido todo lo que hizo Dereck...

Estaba oscureciendo, así que volvimos a las bicicletas y regresamos a la casa de mi tía.
En el camino bromeamos todo el tiempo, también le dije a Alex lo mucho que lo había extrañado.

Frenamos frente a la casa y guardamos las bicicletas, toqué la puerta y justamente me topé con mi madre, quién ya iba de salida.

-Hola chicos, ya íbamos a llamarles para que volvieran.- comentó mi mamá.-adiós Alex- abrazó a mi primo e imité su acción,
-Adiós.- respondió, nos despedimos de mi tía y subimos a nuestro auto.

-¿Cómo te fue con Alex hija?- dijo la mujer a mi lado, quién puso el coche en marcha.

Sonreí levemente y me estiré en mi asiento.
-Bastante bien.-

-Me alegro mucho, tu tía y yo odiaríamos que ustedes no se llevaran tan bien como antes.-

-Por suerte creo que nos llevamos aún mejor.- respondí.

El resto del viaje fue silencioso, pero no incómodo.
Estaba agotada, apenas llegamos a casa subí a mi cuarto y me acosté en la cama, había sido demasiado por hoy.
El cansancio se apoderó de mis ojos, y me dormí lentamente.

...
Alex en multimedia

Violet EyesWhere stories live. Discover now