CAPITULO 2

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Un poquito de la tranquilidad que Taehyung había encontrado se redujo, cuando Seokjin levantó la mirada, las cejas de color marrón uniéndose, cuando frunció el ceño a algo que Taehyung no podía ver. Dijo algo a alguien fuera de la línea de visión de Taehyung, en voz baja, y luego asintió con la cabeza, mientras lo miraba, hacia abajo.

—Voy a bajar una manta hacia ti Taehyung. Quiero que cubras tu cabeza y rostro con ella. ¿Puedes hacer eso por mí?

El corazón de Taehyung subió a su pecho. —¿Por qué?

—Tenemos que romper la ventana del frente para que podamos echarle un vistazo a tus piernas y averiguar lo que vamos a necesitar para sacarte de aquí.

Taehyung tragó. Estaba completamente de acuerdo en salir de allí. —Bueno.

—Buen hombre. —Seokjin se dio la vuelta. Estaba de regreso, un momento después, y lentamente bajó una manta gris, hasta que Taehyung podía alcanzarla. —Está bien, cúbrete la cabeza y la cara hasta que te diga que te la quites. Vas a escuchar un montón de ruido, pero no quiero que te asustes. Estaré aquí, ¿de acuerdo?

Taehyung asintió. —Está bien, hazlo.

Taehyung tiró de la manta sobre su cabeza y cara. Era caliente, sofocante realmente, y el sonido de vidrio rompiéndose fue silenciado, pero aun así horripilante. Su corazón golpeó en su pecho, cuando sintió que alguien le agarraba el brazo. Gritó y tiró de la manta, hasta que se la quitó y pudo ver la cara de Seokjin sólo a pulgadas de la suya.

—Hey. —La sonrisa de Seokjin era irresistiblemente devastadora. —Soy sólo yo Taehyung. Sólo soy yo.

—Seokjin —, Taehyung respiró.

—Sí, es Seokjin. —El bombero guapo apretó el brazo de Taehyung. —Voy a deslizarme hacia abajo y echarle un vistazo a tus piernas, ¿de acuerdo?

—Bueno.

Taehyung no podía apartar los ojos de Seokjin, mientras el hombre se arrastraba a través del marco vacío, donde solía estar la ventana delantera.

—Tienes el pelo muy ondulado. —Taehyung no tenía ni idea de lo que le hizo decir eso, aparte de para llenar el silencio que había caído sobre ellos, cuando Seokjin comprobaba el auto aplastado.

—Siempre ha sido así —, Seokjin respondió, mientras continuaba haciendo lo que fuera que estaba haciendo. —Volvió loca a mi madre, cuando era un niño.

—Es bonito. —Taehyung quería deslizar sus dedos por las ondas del cabello castaño, de preferencia para aferrarse mientras el bombero sexy lo follaba, y eso lo sorprendió. No a causa de su situación actual, aunque eso lo hacía un poco extraño, sino porque realmente no se había sentido atraído por alguien en bastante tiempo. Había empezado a pensar que su libido había muerto junto con su matrimonio. Al parecer, era tan saludable como siempre lo fue.

—Gracias. —Seokjin le sonrió de nuevo. —También tienes el pelo bonito.

—Solía ser verde. —Taehyung no podía decidir si extrañaba el verde o no. Estaba empezando a pensarlo.

—¿Verde? —Las gruesas pestañas de Seokjin se levantaron. —¿En serio?

—Sí.

—No pareces el tipo.

¿El tipo? ¿Había un tipo? Ah, claro... toda la razón por la que estaba en Windy Spring, porque estaba cansado de ser un tipo.

—Está bien Taehyung. —Seokjin se deslizó fuera del pequeño espacio y luego miró hacia abajo, a Taehyung, con una mirada seria en su rostro. —Tus piernas están bastante bien encajadas allí dentro. Vamos a tener que utilizar una llave hidráulica especial para sacarte.

WINDY SPRING IIIWhere stories live. Discover now