48 | Bestias y máscaras

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     • Dainsleif pov's •

XII. La estrella y la luna.

     Martes 2 de octubre.
    
     — Señor.

     — Infórmame las novedades, Heizou — dije, mientras caminaba hacia mi oficina —. Ivanov (Capitano) ya me contó que hubieron dos incidentes nuevos durante la noche.

     — Correcto. El primero fue un accidente de tráfico que se reportó a las tres de la madrugada, en dirección al norte. El patrón de comportamiento parece ser el mismo y también se encontraron restos de neumáticos que ya fueron enviados a laboratorio para compararlos con las muestras encontradas la última vez — abrí la puerta del despacho y rápidamente me dirigí hacia el escritorio —. El segundo caso se reportó hace una hora, y parece ser un asesinato aislado del caso abismo, pero el señor Ivanov me dijo que revisara las cámaras de seguridad y-

     — El asesino se subió a un coche con las mismas características del que incautamos la última vez.

     — Correcto.

     Me cubrí la cara y luego observé con impaciencia la taza de café que había traído conmigo, intentando mantener a raya las ganas que tenía de lanzarla directamente contra la pared.

     — ¿Algún avance respecto de los detenidos? ¿Ya abrieron la boca esos bastardos?

     — Por desgracia, no, ninguno de ellos ha hablado aunque se le haya ofrecido libertad condicional o algún que otro beneficio durante su estadía en prisión — el chico se cruzó de brazos y suspiró con fuerza —. Esas malditas sabandijas preferirían morir antes que morder la mano del tipo que les ha estado dando de comer.

     Esta vez el suspiro salió de mi boca, a causa de la desesperación que me provocaban las palabras de Heizou y el entender que habían vuelto a hacer exactamente lo mismo al interrogar a los criminales: tratarlos como si fueran personas

     — Ya tuve suficiente de esta mierda... — musité —. No puedo depender de un par de ratones cobardes para tratar con dos bestias salvajes.

     — ¿Señor?

     — ... Muy bien... — saqué los tres archivos del cajón y los puse encima del escritorio —. Para cazar a unas bestias, necesitas a otras bestias. Heizou, programa un interrogatorio con los dos sujetos para mañana al mediodía. Que no se les de comida hasta que yo me retire de la cárcel.

     — Pero señor, eso-

     — Heizou, ¿Necesito repetirlo?

     El chico se me quedó viendo a los ojos, y tras un largo rato de silencio, finalmente asintió y se retiró del lugar, dejándome solo con mis pensamientos, mis ganas de asesinar a todos los integrantes de el abismo y preguntándome a cual de los tres sujetos que tenía en las carpetas debía contactar para la cita de mañana.

     Estoy al tanto de que Ivanov no es un santo y que tampoco se gana la vida trabajando como un policía. No es algo que él me haya dicho personalmente, pero una vez te detienes a pensar en sus misteriosas desapariciones durante los períodos de tiempo que se registra más actividad en el edificio de la mafia de los fatui y empiezas a atar cabos con la información que se tiene de dicha organización, no es difícil deducir que, como mínimo, tiene alguna clase de conexión con ellos.

Counting Stars [Lumine x Childe]Where stories live. Discover now