Tierra, Aire, Agua y Fuego, ¿pero que pasa si un quinto espíritu se presenta? Dominando a tres y derritiendose por uno.
🛑(En corrección)
◇ Ránkings
#3 Elementos 🥉
#4 Aire 🏅
#5 Aire 🏅
#6 Elementos 🏅
#6 Seugmin 🏅
#7 Elementos...
—¡Hyunjin por un segundo deja de incendiar la más mínima cosa que toques! —gritó su padre—.
La familia Hwang lideraba el Oeste de Seúl, o más bien dicho, cada hijo lideraba. Hwang Hyunjin con 23 años era un hombre apuesto alto de 1.90 pelirrojo y con un carácter de la mierda.
Pues a pesar de tener comportamiento y buen uso de su don, este explotaba a la más mínima chispa que miraba. Es un hombre respetable, encantador, y un poco Narcisista, amado por todas las chicas y chicos de su edad o más jóvenes, pero así como era amado era temido, pues nadie quiere meterse con el cuarto espíritu, el Fuego. Tenía de compañero a Yang Jeongin el tercer espíritu, el Agua, pues al ser este su controlador al momento de explotar. Se convirtió en un gran hermano a los ojos de Hyunjin.
Jeongin era un hombre de la misma edad que Hyunjin, era alto de 1.80, era lindo, simpático, amable y gentil, es un chico hermoso, con su cabellera celeste se robaba más de algún corazón, pero él solo tenía ojos para su Hyun.
Jn- Hyun, ¿crees que aparte de mí puede haber alguien más que pueda controlar a tu don?
H- ¿De qué hablas, Jeongin? Sabes perfectamente que somos los únicos enlazados. Y si existiera alguien más, tenlo por seguro que serías el único.
Los ojitos del peli celeste brillaron, regalándole una enorme sonrisa. —Es cierto, solo yo puedo.
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—¡Minho! Ya deja de joderme, retira todo y sácame.
Bangchan es un hombre apuesto de 24 años. Es sumamente amable y gentil. Alto de 1.78, es el centro de atención cuando va hasta la ciudad, pues sus bellos ojos y su sonrisa con hoyuelos son lo más hermoso que podían apreciar, más su intensa cabellera blanca. En comparación con Minho Chan, era una persona muy sociable.
Minho un hermoso hombre de la misma edad que Chan, sus rasgos filosos lo hacían ver alguien encantador. 1.79 castaño con hermosos ojos de forma de gato, y su sonrisa encantadora. Es un chico arisco, sarcástico, y no le gusta asociarse con la gente, pero a pesar de eso es un chico muy respetuoso, alegre y bromista.
B- ¡Minho! Hablo en serio, quítame todo esto encima, —tener enterrado la mitad de tu cuerpo bajo tierra era horrible—.
Mh- Está bien, está bien, tú ganas, —su mano extendió, levantando así un bulto de tierra, liberando al otro—.
B- Recuerda que hoy nos toca el entrenamiento —con su ceño fruncido sacudía sus prendas, odiaba ensuciarse.
Mh- Lo sé, hombre, no tienes que recordármelo, ha puesto que el imbécil de Hwang va a tener algo nuevo hoy.
Los cuatro chicos eran amigos considerándose como hermanos, cada cierto tiempo se iban lejos a un bosque a practicar y tener un buen manejo de sus dones, Minho siempre retaba a Hyunjin en un dueto, pues al tener el don de la tierra este pensaba que podría algún día apagarlo, pero solo lo alimentaba más su fuego. En cambio, Jeongin y Chan eran un dueto más por diversión que por rivalidad, pues solo le dan algo fresco a todas esas plantas.
Jeongin y Minho entrenaban con Hyunjin, pues, Chan, al tener el don del aire, sería muy peligroso, ya que este último solo alentaba al fuego a expandirse por todo y eso era lo menos que deseaban.
H- Vamos, Yang, eso es todo lo que tienes.
Estaban a una distancia considerable, pero perfecta para enfrentarse. Hyunjin teniendo solo sus brazos encendidos, evapora el agua que mandaba Jeongin asiéndolo enojar al ver esa sonrisa arrogante. Creando una ola de aproximadamente de dos metros, con los brazos extendidos a cada lado sosteniendo la magnitud del agua, Jeongin las empujó mandándolas a una gran velocidad hacia Hyunjin, este último solo sonrió y prendió por completo su cuerpo. Creando un calor enorme y a su paso encendiendo un poco de la naturaleza.
Jeongin paró las olas cuando estaban cerca de Hyunjin e hizo su ataque haciendo un círculo alrededor del alto para luego elevarse y caer como un balde de agua fría, pero lo que no pensó fue que este hiciera una barrera de gran tamaño hirviendo el agua y evaporándola.
Minho y Chan se quedaron sorprendidos, pues Jeongin siempre lograba apagar las llamas, dejando a un Hyunjin completamente empapado y con una onda de agua a su alrededor, pero esta vez todo fue diferente.
El chico creó más ondas de agua, pero estaban apenas y llegaban al otro antes de evaporarse. La magnitud del fuego que desprendía y tiraba Hyunjin era más fuerte de lo normal.
H- Creo que esta vez ya no podrás mojarme innie
J- Eso lo veremos —cerró sus ojos y atrajo toda cantidad de agua que albergaba el lugar, llegando a crear una pared dividiéndolas y así colocarlas a cada lado. Sus ojos le pesaban y su vista se nublaba. No era la cantidad de agua, sino que hacía mucho calor.
H- Mi turno —sus ojos se tornaron de un rojo intenso haciendo juego con esa larga cabellera—...
B- ¡Minho! ¡Ahora! —El grito desconcerto más al peli celeste, viendo así a su alrededor.
La tierra tembló, haciendo un sonido alarmante para todo aquel que no conocía a estos chicos. Desde lo alto se podía apreciar el objetivo: un gran oyó, dejando así a los dos rivales dentro.
Mh- Vámonos de aquí.
H- Mi turno — su cuerpo completamente envuelto en llamas, sus ojos observaban al otro sonriendo cuando apreció el pequeño destello de aflicción. Copiando al otro, trazó las dos paredes a sus lados, quería acercarse y dar su jaque mate, pero lo tenía prohibido.
Ambos se vieron y al mismo tiempo lanzaron su ataque. Ambas paredes de poder chocaron escandalosamente que el aire del fuego llegó fuera del oyó — Jeongin empujaba y trataba de rodear a Hyunjin mandando ondas de agua desde atrás.
No fue suficiente, Hyunjin cada vez más aumentaba el fuego.
Jn- ¡Hyunjin ya basta! Ver que no podía hacer nada estaba causándole ansiedad y miedo, era el único que podía hacer algo y aun así no miraba que lo lograra.
H- Vamos Yang sé que puedes
Jn- ¡Hyunjin! Su vista se nubló completamente, el agua se derramó por todo el suelo, cayendo en un desmayo.
¡Minho! —El pelirrojo se acercó apagando todo y levantando el cuerpo de su amigo. Esperando por aquellos dos.
