NUEVE

1.3K 245 76
                                    

Tiempo atrás.


—Hyunjin ¿puedo hablar contigo?

La anciana Jisoo se volvió la consejera de los cuatro, siempre iban cada cierto tiempo para hablar con ella y ese día era uno de ellos. Al cumplir 20 años, Hyunjin decidió ir a esa cabaña y así se apuntaron los otros.

Pasaron toda la tarde ahí, escuchando las historias que la anciana siempre les
contaba hasta que llegó la hora y los chicos tenían que volver.

—Sí —dijo Hyunjin regresando a sentarse.

—Tener a alguien que pueda dominar la más mínima cosa no significa que sea el
elegido para ser tu enlazado. Hay un límite para ambos —comenzó a explicar la
anciana con voz calma —Jeongin es alguien que puede serlo, pero llegará un punto
donde tu poder crecerá más y ahí te darás cuenta de si realmente es tu enlazado o no.

—Pero eso no significa que sienta algo por él ¿cierto?

—¿No sientes nada por él?

—No, siempre lo veo como un pequeño hermano. Lo quiero, pero no es ese
sentimiento.

—Cuando encuentres a ese chico lo sabrás, ahora ve que se hace tarde.

Actualmente

—¿A dónde irán? —preguntó Hyunjin al dúo de chicos.

—Iremos al centro comercial —le contestó Minho.

—Te haría bien salir de aquí —opinóBangchan.

—¿No irán donde ellos? —con duda, Hyunjin les preguntó.

—Solo estará Han.
—La ardillita nos dijo muy claro que su amigo ya no saldría con nosotros así que
relájate —dijo Minho.

—¿Desde cuándo le dices así a ese cachetón? —cuestionó Hyunjin.

—¡Oye, oye! Búscate el tuyo.

—Descuida, no es mi tipo.

—Me alegra porque ya estaba buscando formas para desaparecerte.

Después de inventar un cuento a Jeongin, se pudieron escapar de él.

Los chicos salieron del Oeste pasando por la laguna; estaba igual como siempre,

abandonada, no habían rastros de nada.

—¿Por qué siempre hay que pasar por aquí? —preguntó Hyunjin.

—Es la única ruta corta que conocemos —le respondió Chan.

—Solo un loco cruza todo ese bosque —señala Minho.

Al llegar al centro, Minho empezó a buscar esa ondulada cabellera negra. Al verlo sentado en una banca mientras comía un helado, fue lo más hermoso que los ojos de Minho hayan visto.

—Desde aquí noto como babeas —se burló Hyunjin.

—¿Envidia Hwang? —Minho lo miró de mala forma, pero se acercó al otro chico y le
habló —Hannie.

—Tardaron, siempre tardan. Salimos a la hora que dijeron —contestó Jisung sin
mirarlos.

—¿Salieron? —preguntó Chan.

—¡Ah, cierto! Se me olvidó decirles que Lix también venía.

Chan y Minho se quedaron viendo.

E L E M E N T A L SWhere stories live. Discover now