E L E M E N T A L S

QUINCE

—¡Cuidado!

La luz fue rápida causándole un desvió hacia el otro carril. El señor logro maniobrar rápido el volante saliéndose así de la carretera. Milagrosamente no hubo choque solo el sonido de los frenos siendo pisados con fuerza. El carro sacaba humo por lo antes sucedido.

—Chico ¿estás bien?
Desabrochando su cinturón, Hyunjin salió del carro topándose con el señor y varias personas que corrieron a ayudarlos.

—Estoy bien solo un poco sorprendido.

—Dios mío ¿pero qué fue todo eso?
—las personas se les acercaron llamando a una ambulancia

—Chico tienes algunos raspones en tu brazo, ¿seguro que estás bien?

—Sí, estoy bien no es nada grave —les respondió Hyunjin —me tengo que ir. Le dio otro poco de dinero al conductor y salió de ahí. Después de unos largos minutos la central estaba frente a él.

[…]

—Ya ves que es fácil calmarse —habló Jisung.

Los ojos de Felix estaban rojizos igual que su nariz, frunció el ceño viendo a la nada.

—¿Qué tienes? Estás ido —le preguntó Minho a Felix.

—Me empezó a dar pequeñas punzadas en el pecho.

—Es que lloraste como no tienes idea.

—Quítate, quítate —empujando a Minho, salió de la tienda parándose en la puerta de esta.

—¿Qué fue eso? —dijo Jisung llegando con el otro.

Felix corrió a una banca de metal y se subió para buscar algo entre la gente.

—¿Siempre se pone así de raro cuando termina de llorar? —preguntó Minho a Jisung.

—No es por llorar, busca a alguien y ese alguien lo busca a él.

—¿Hyun… —Minho fue interrumpido por el grito de Felix.

—¡Hyunjin!

El grito resonó entre toda la gente quienes voltearon a verlo de forma extraña pero a Felix no le importó cuando conecto miradas con el peli rojo. Minho y Jisung se
acercaron hasta la banca viendo como esos dos se encontraban.

—¿Qué tienes? ¿Porqué lloraste? —preguntó Hyunjin.

Felix al verlo desde arriba sus ojos se le cristalizaron.

—Ahí va de nuevo —dijo Minho.

"Buaa" se escuchó por parte del peli azul.

—¿Qué pasa? —se escuchó de parte de Hyunjin.

Felix se le pegó como un koala a un árbol mientras lloraba a mares y los mocos se le salían.

—Minho le recordó que ya me había conocido en la infancia —explicó Jisung.

—¿Y a ti qué te paso? —Minho lo observó dándose cuenta de las heridas que Hyunjin poseía.