UNTOUCHABLE

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Intocable, ardiendo más brillante que el sol

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Intocable, ardiendo más brillante que el sol

Y cuando estás cerca, tengo ganas de deshacerme


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Luna miraba con confusión la pantalla de su celular cuando este se prende indicando una llamada.

—¿Qué sucede Ibai?—Pregunto la protagonista apenas contesto.

—¿Dónde estas, tía?—La confusión aumento en la chica.

—En mi hotel desayunando, ¿Porque?—Unto mantequilla y mermelada en sus panqueques. 

—¿En el que contaste antes de venir?—Hizo un sonido de afirmación.—Llego en quince minutos.

La llamada fue cortada por el español. Luna continuo con su desayuno observando a cada persona que entraba al restaurante del hotel, hasta que llego su amigo.

—Me imagino que es algo importante.—Luna termino su jugo de naranja.—Suéltalo Ibai.

—Ayer en la noche Amouranth nos informó que no iba a poder formar parte de la velada, dejando a Mayichi sin contrincante.—La chica se sorprendió.—Iré al grano. Luna González quiero que seas la contrincante de Mayichi.

—¿Y-Yo...?—Se señalo a ella misma.

—Creemos que eres la indicada.—Le confesó Ibai.—Eres la única capaz de tener la condición para boxear.

—Me encantaría Ibai.—Le dijo la chica.—Pero...

—Puedes negarte, Luna.—Ibai tomo su mano.

La cabeza de la chica era un lio total. Aceptar ¿O no? Era el momento de regresar al boxeo, seria en honor a su padre.

—Acepto, Ibai.—Le confirmo Luna.

—¡¿Enserio?!—Grito llamando la atención de la poca gente que estaba ahí.—Perdonad.

—Dímelo todo.

Se quedaron conversando un buen rato sobre como seria todo. Hasta que la rubia tuvo una idea.

—Quiero proponer algo.—Le interrumpió la chica.

—Dime.

—¿Y si mantenemos mi identidad en secreto?—Propuso Luna.—Para darle trama a la velada.

—¡Me parece genial, Luna!—Comento Ibai contento.—Serás "La elegida".

—¿Elegida?—Pregunto con diversión la chica.

—Fuiste la elegida para el combate, Luna.

La rubia sonrió con emoción y ternura, ese apodo hacia que su corazón se sintiera tan cálido.

—Necesitaras ayuda para los entrenamientos.—Le recordó Ibai.

—No te preocupes.—Luna mando un mensaje.—Ya tengo a alguien para eso.

—¿Segura?—Se preocupo el español.—Puedo decirle a Ronny si gustas.

—Tu tranquilo, yo nerviosa.—Se rio Luna.

—Bien.—Dijo no muy convencido.



[ ]



—¡¿Estas loca?!—Grito el padrino de la chica.

—¡Demente diría yo!—Grito ahora su hermano.

—No exageren tanto.—Se cruzo de brazos.

—Luna.—Sergio. Su padrino. La tomo de los hombros.—No practicas box desde hace mas de un año.

—Pero aun tengo condición.—Confeso la chica.—Ayúdame, padrino.

—Tío, sabemos que no se le ira la idea de la cabeza.—Su hermano suspiro.—Ayudémosla.

—Ya que.—Acepto el mayor.—Cámbiate empezaremos ahora mismo.

—Ya estoy cambiada.—La chica quito su suéter dejando ver su top deportivo.

—Al gimnasio.—Indico el mayor.

La chica salió emocionada dejando a los hombre solos.

—¿Crees que ella estará bien?—Pregunto el mayor.

—Quiero creer que si tío.—Confeso el menor.

Cunado ambos llegaron al gimnasio notaron como la chica ya estaba calentando, por lo que se unieron rápidamente a darle ánimos, pero sobre todo a corregirla. Pobre Luna ella quería disfrutar un poco de Madrid y ahora tiene que entrenar. Su entrenamiento no duro mucho ya que tuvo que salir a conseguir proteína, barritas, crenetina, suplementos, etc. Se encontraba en una tienda observando algunas proteínas, hasta que noto como su amiga Rivers entraba al local. Rápidamente se coloco el gorro de su suéter y tomo lo que iba a comprar, yendo a pagar todo, con tal de salir apresuradamente, cosa que logro.

—Casi me descubren.—Murmuro caminando por la calles de Madrid. 

Su siguiente parada fue una tienda deportiva, necesitaba unas ligas para unos ejercicios, luego fue a una farmacia por una vendas y uno parches para el dolor. Se detuvo en una tienda de discos que llamo su atención, inspeccionó cada pasillo hasta que dio con un disco de Taylor Swift, ahí su mente unió cables y se dio cuneta que se reencontraría con Quackity, su ex pareja.

—No creo que me tope con el.—Murmuro tomando el disco.—El estará con los demás y yo detrás de los camerinos.—Camino a la caja.—Necesitare ayuda, alguien tiene que distraer a los demás.

Termino de pagar, para salir del local, apenas salió se dirigió a su hotel. Se tiro en su cama con cansancio, movió su cabeza aun lado y observo el disco de había comprado, no podía ponerlo porque no tenia un toca discos, pero tenia Spotify, por lo que coloco la canción y disfruto de la letra y melodía.

—Todo me recuerda el...

"In the middle of the night, when I'm in this dream
It's like a million little stars spelling out your name
You gotta come on, come on
Say that we'll be together
Come on, come on
Little taste of heaven"

En su mente solo aparecía el chico de gorro, no lo miraba, ni sabia de el desde que terminaron. Tenían amigos en común, pero ella prefería mantener la distancia con el, por lo que a veces rechazaba jugar con ellos, solo por el.

"Like a million little stars
Spellin' out your name
They're spellin' out your name
Oh"

Luna tomo una decisión. Tomo su celular y marco a su segunda mejor amiga.

—Necesito de tu ayuda...

Ella siempre será la elegida | QuackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora