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Llegamos al lugar en el que nos la pasaríamos "a toda madre" según Mar, parkeo el coche y nos metimos al lugar.

—Buenas noches disfruten su noche. —Comenta el de seguridad—

"Gracias" respondimos las dos a la par

—Oye, casi no puedo ver nada —Me había olvidado de mis lentes pero ¿Quién trae lentes a una discoteca?—

—Callate no estás tan ciega, ven por aca—Me jalo de la mano guiandome hasta la barra donde pide dos tragos de whisky—

—Tómatelo. —Me entrega el shot—

Obedezco y después de eso chupo un limón haciendo una mueca mientras Mar se reía por mi cara

—Ju, ¿Serías capaz de quedarte aquí? me está mandando mensaje el chico con el que quede de bailar hoy. —Me mira con cara de preocupación al pensar que mi respuesta sería negativa—

Pero ella necesita disfrutar hoy, ha echo mucho por mi.

—Claro no hay problema estare aquí, y si no me encuentras aquí voy a estar en el baño o afuera. —Le dije con una sonrisa para calmarla—

—¿Segura?

—Si Mar, segura.

—¿¡Ya te dije que te amo!? —Grito abrazándome—

Me rio

—Ya pues, vete con tu chico misterioso.—Dije—

—Claro bebé, después te lo presento.—Grito mientras se desvanecía entre la multitud de gente—

Genial ahora estaba sola pero claramente no podía detenerla a qué se fuera con su hombre.

Pedí al rededor de cinco shots y dos cervezas ya iba por el sexto, puro whisky y ron, estaba desahogandome con alcohol y se que no estaba bien porque después terminaba haciendo alguna idiotez pero me deje llevar.

Siento un leve toque en mi hombro y volteo rápidamente no vaya a ser un idiota abusador

—Hola, disculpa por espantarte.

Era un chico algo bajito pero más alto que yo, moreno vestía una chaqueta de mezclilla, camisa negra y pantalones de mezclilla

—Ah sí, hola ¿Se te ofrece algo?— dije un poco ya mareada por los tragos tratando de verle la cara con claridad pero vaya que era lindo

—No, quería venir a platicar con usted pues la ví sola en la barra desquitandose con las bebidas.—Sonrio—

Me rei por eso

—Así es, desquitandome de las jugadas de la vida.—Mi voz ya sonaba melancolica y algo apagada

—¿Me quieres contar?—Me mostró una sonrisa que me mostraba confianza

—Es algo extraño contarle mis problemas a un extraño pero tu linda sonrisa me calma. —Ok, ya sonaba algo coqueta con eso—

Solo note como sonreía por milésima vez en la noche mientras susurraba un "gracias" y miraba al suelo.

—Me fueron infiel.—Solte de la nada con la voz muy seria

—Ohh, lo peor que puede existir es la traición. —Contesta aquel morocho

—No te he preguntado tu nombre. —Dije atenta a él.—

—Me llamo Ivan, ¿Usted?

—May Judith pero dime solo Judith

—Lindo nombre, ¿Quieres bailar? —Soltó el trago que tenía en la mano y extendió su mano hacia mi

—Claro, ¿Por qué no? —Tome su mano divertida y me guío a la pista—

Nos perdimos entre mucha gente, me tomo de la cintura mientras bailabamos como si no hubiese mañana, lo miro a los ojos, mi mirada lo decía todo.

Sus ojos tan perfectos color cafe obscuros

—Eres hermosa. —Me dijo después de acercarse peligrosamente pero algo nervioso hacia mi.—

Luego dirigió su mirada a mis labios

—Esta bien, besame.—Ya estaba muy borracha para ese punto—

Y como yo lo ordene el obedeció, con sus manos en mi cintura y las mías en su cabeza profundizando así el beso.

—Vamos a un hotel.—Dije gritando pues  la música esta muy fuerte y él no me puede escuchar

—¿Cómo?—Al pareces no había escuchado—

—Que vayamos a un hotel.—Grite nuevamente para que me escuchará

Solo ví su sonrisa y como me jalaba afuera

Se que lo que dije fue muy rápido y atrevido pero ya me quería desquitar todas las lágrimas que solté y ya nos pegó las ganas.

Mientras subíamos el empezó a entonar una canción muy bonita a decir verdad

Lo miro divertida

—¿Qué cantas? —Le digo con una sonrisa en mis labios—

—Esta dañada, una canción que compuse hace tiempo. —Comentó mirándome y algo contento.—

—Canta más, quiero más.

Terminó la canción mientras conducía y todo el trayecto lo miraba embobada, por  el retrovisor pude ver una botellas de alcohol por lo que el también lo noto.

Saca los botes, vamos a tomar.—Dijo con la vista enfrente.—

Y empezamos a conectar, me gustó su vibra.

De las ganas no nos pudimos aguantar nos tuvimos que parar y fuimos al asiento de atrás.

Nos besábamos descontroladamente y con una necesidad de tenernos el uno al otro, subió mi vestido y quite su playera y chaqueta dejándolo solo en pantalón, me desconocí pero esto se sentía genial.

Yo solo estaba en ropa interior arriba de él mientras me movía dándole placer y el tomaba mi cintura.

El coche moviendo y nadie maneja, los vidrios por todo se nublaban.

Me gustó y eso se nota, el me volvía loca

Pero que más da, hay que hacer memorias porque la vida es muy corta.
Con él si se me antoja.

Me sentí como Mia y el mi Jhayco, lo hicimos sin parar y nos gustó y se nota.

Después de eso le pedí que me fuera a dejar afuera de mi hotel y así lo hizo, un poco preocupada por él pues había tomado al igual que yo, subí desde mi planta me asome por el balcón viéndolo alejarse cada vez más.

Sin duda mi mejor aventura.

La curiosidad | Ivan Cornejo Where stories live. Discover now