24.

141 16 27
                                    

Gill

Joseph regresó de Alemania, lo sé por los chismes de internet, aun hablan de mí y a veces la curiosidad me gana y veo esos contenidos, hay personas demasiado toxicas que escriben cosas horribles hacia mí y ni siquiera me conocen. No logro entenderlo completamente.

Mi teléfono suena: es una video llamada de Joseph es un poco tarde y ya estoy en mi cama. Contesté rápidamente.
—Hola Gill —sonríe a través de la pantalla.

—Hola Joe —lo miré de la misma forma.

—¿Estás bien? —parece que en mi cara aún se ve la culpa de lo que le hice sentir a Dom.

—Si... ¿Y tu?

—Bien, un poco cansado, tengo varios compromisos así que no he podido descansar —talla uno de sus ojos con su dedo índice.

—También tengo bastante trabajo, debo ir temprano a la oficina —dije mientras detallaba cada uno de sus gestos.

—¿Puedo ir a verte?.. un día de esta semana —sonríe ampliamente.

—Si, ya veremos cuando tenemos tiempo —aún estoy un poco aturdida por lo que paso con Dominic, no me siento preparada para hablar de ello.

—Está bien preciosa, te dejare descansar —lanzó un beso con su mano a través de la pantalla.

—Descansa Joe.

Traté de dormir no se realmente que esperar de todo esto, no puedo pensar claramente y solo doy vueltas en mi cama, nuevamente.

Al llegar a la oficina hay un par de personas me observan mientras me acerco en el auto para estacionar en la bahía, abro la puerta del auto, trato de no darles importancia, tomo mi bolso para bajarme y entrar al edificio rápidamente.

—Abogada Wallace, necesito que responda algunas preguntas —las dos personas se acercan rápidamente impidiéndome el paso al edificio, estoy aturdida, no soy capaz pronunciar ninguna palabra, solo miro a mi alrededor tratando de entender y buscar la forma de alejarme de ellos —. Abogada, solo queremos hacerle unas preguntas sobre Joseph Quinn —se apresura un hombre casi lanzándose sobre mí.

—No me molesten por favor —es lo único que atino a decir, siento a una mano jalarme del brazo para adentrarme al edifico y cerrar la puerta, me doy cuenta de que es el vigilante.

—¿Le hicieron algo señorita Wallace? —preguntó con algo de preocupación.

—No, creo que no —aún estoy aturdida.

—Hace más de una hora llegaron preguntando por usted y se quedaron ahí esperando a que llegara —esto no se ve bien.

—Gracias, hablaré con Withman, por favor llame a la policía que les haga saber que esto es propiedad privada que no pueden estar ahí —pedí. Me dirijo a la oficina de Jonah, esto me está aturdiendo.

—Buenos días, Jonah —deja de ver a su computador para prestarme atención.

—Hola, la policía ya retiro a esas personas —avisa. Me senté frente al escritorio.

—Gracias, no sé qué hacer, ahora tengo miedo de que me aborden en cualquier lugar o que sepan donde vivo —puse mis codos en la mesa para sostener mi cara con las manos.

—Esto es Los Ángeles Gill, pero si necesitas seguridad puedo asignarte a alguien —ofrece mientras toma agua de una botella.

—Esta tarde evaluó la situación y te aviso, gracias —debo hablar con Joe.

—Y... tu ¿estás saliendo con el arquitecto o el actor? —su tono es burlón.

—Con ninguno Withman —entrecerré mis ojos.

Madness returns -  Joseph Quinn +18 | [𝟷𝚛𝚊 𝙴𝚍𝚒𝚌𝚒ó𝚗]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora