38.

96 14 2
                                    

Gill

Salí del apartamento completamente segura de que mis decisiones son correctas, hace unas semanas planeaba darle las llaves, solo quise resolver ese tema con Dominic y sacarlo de mi vida definitivamente.

Vi en los ojos de Joseph que entendió el significado de mi decisión, le di a entender que ese también es su lugar, tengo una sonrisa tonta en la cara. Mientras bajé del ascensor le envié un mensaje al guardaespaldas para asegurarme que esté al frente, estoy segura de que esos idiotas con las cámaras están allí atentos a mi salida, él respondió rápidamente.

Llevé mi iPad, tengo que enviar algunos documentos importantes que Jonah me está pidiendo desde hace un rato, así que decido ir en el auto del equipo de seguridad y no en el mío. Me subí en las sillas de atrás para empezar a trabajar. Les pedí pasar por un café antes de llegar a Diafragma.

Luego de unos minutos observo que el conductor mira repetidamente los espejos del auto, entre ellos siempre se hacen señas como códigos en caso de que algo esté pasando, miré hacia atrás y alrededor, pero todo parece normal. Así que trato de tranquilizarme.

Presto atención de nuevo a mi iPad, siento que aumenta la velocidad y el copiloto se quita el cinturón de seguridad para tomar su arma en las manos.
—¿Qué pasa? —pregunté ya angustiada.

—Señorita Wallace, nos están siguiendo, tenemos que estar preparados, por favor siga mis instrucciones de ahora en adelante —no salió palabra alguna, solo moví mi cabeza aceptando, esto está mal, guardé mis cosas en el bolso y me quedé atenta a todo.

Hay un carro atrás, estamos pasando por un puente, al bajar hay una curva, un auto se atravesó frente al nuestro haciendo que perdamos el control, vamos a alta velocidad, las llantas derrapan y lo último que veo es como el auto choca de lado con las barandas del separador, sentí un impacto que me hizo golpear con una de las ventanas junto a mí. Estoy un poco aturdida y lo último que recuerdo es un segundo impacto al auto desde atrás. No tengo idea si me golpee de nuevo, mi alrededor empieza a ser confuso, luego de un momento solo escucho los gritos de mis guardaespaldas y poco a poco ya no se escucha nada.

—¡Señorita Wallace, me escucha... señorita Wallace! —alguien grita, creo que es el conductor.

—¡Aléjese, tenga un poco de respeto, deje de tomar fotografías! —alguien más habla, escucho una sirena, trato de abrir mis ojos, pero me pesan, siento un dolor intenso en mi cabeza y mi hombro.

—¿Le responde? —esa voz se escuchó más cerca.

—Si está respirando, pero no sé si tenga alguna fractura —respondió mi conductor.

—La ambulancia está en camino —asegura el otro hombre —¿Conocen a esas personas? —no se a quienes se refiere.

—No, creo que son paparazzi, desde hace un tiempo la acosan fuera de su casa, pero hoy decidieron seguirnos —dijo, creo entender lo que está pasando.

Abrí mis ojos, trato de ordenar la situación en mi mente, escucho otra sirena acercarse, hay gente gritando, hay policías alejando a unos hombres con cámaras, uno de ellos lo reconozco.

—Señorita Wallace, no se mueva ya llegó la ambulancia —advierte.

—¿Qué pasó? —es lo único que atino preguntar.

—Tranquila, ya le contaremos todo, ya le avisé al señor Withman lo que pasó, el personal de Diafragma se hará cargo —explicó rápidamente, veo a dos paramédicos acercarse.

—Tranquila, vamos a ayudarte, no te muevas —advierte uno de ellos.

—Te haremos algunas preguntas ¿Tomas algún medicamento? —pregunta la paramédica, mientras examina mis ojos con una linterna.

Madness returns -  Joseph Quinn +18 | [𝟷𝚛𝚊 𝙴𝚍𝚒𝚌𝚒ó𝚗]Where stories live. Discover now