00. Prologo

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/ ⁄ EYE OF THE TIGER PRESENTS

— — • › Los secretos siempre salen a la luz.

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Written by Monse Strange



Malibu, California

Noviembre 2002

La maleta estaba puesta sobre la cama, abierta con algunas prendas dobladas de manera estratégica para que hubiera espacio de sobra. Sus manos doblaban un jersey negro, mientras sentía la mirada de su mellizo y su madre puestos en su figura. De una manera que ella desistiera de aquella decisión. De ese viaje que sería eterno, permanente, a su ciudad natal, Poltava.

– ¿Sabes que soy capaz de tomar esa maleta y esconderla en un lugar que no sepas? –pregunto su mellizo, cruzado de brazos apoyado en la pared.

– ¿Y que yo quemare el boleto de avión? –le siguió su madre.

Ginevra asintió. Un ligero mechón de cabello cayó por su frente. Lo corrió con un movimiento de cabeza.

– Lo sé, por eso los tengo bien escondidos –respondió, escuchando los pasos de su hermana menor.

Alexandrya se asomó por la puerta, observando su maleta ya terminada y a punto de cerrarse. La adolescente de 18 años no aceptaba aun, que su hermana se estuviera yendo de Estados Unidos ¿Sería posible meterse en una maleta? Lo intentaría. No quería separarse de ella, de quien la apoyaba en todas sus locuras y ayudaba cuando tenía problemas.

– Lex...

La joven de 18 se acercó a su hermana mayor, sentándose en la cama.

– ¿Dónde están tus hermanos? –pregunto su madre.

– Se quedaron con papa, escuchándolo hablar por teléfono con Gavino.

Ante el nombre, Ginevra se tensó, siendo esto solo observado por su mellizo. Vince la observo con una ceja alzada ¿Algo había pasado entre ellos dos? Siempre los veía juntos, los tres si contaba al chico Stark. Pensándolo bien, toda la situación lo extrañaba. El repentino interés de su hermana por regresar a su ciudad natal, que cortara todo tipo de comunicación y salidas con Tony y que a la leve mención de Gavino la tensara. No tan solo con eso, que Gavino estuviera llamando a su padre casi 6 veces al día.

Todo era tan extraño.

– ¿Esa es la última? –pregunto su madre, con ligeras lágrimas en sus mejillas.

Asintió, cerrando la maleta con ayuda de Alexandrya.

– No te vayas, Ginny...

El susurro de su hermana menor llego a su corazón doloroso, anhelante por las acciones que estaría por hacer. Su labio tembló, sin querer que la tristeza la embargara para debilitarla. Bajo la maleta de la cama, para sentarse junto a ella, abrazándola al ver que su hermana estaba llorando en silencio. Miro a su madre y hermano, ambos con el rostro húmedo por las lágrimas, pero que se mantenían serios para no hacer que ella se arrepintiera.

𝗘𝘆𝗲 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗧𝗶𝗴𝗲𝗿¹ (𝗔𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆 𝗦𝘁𝗮𝗿𝗸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora