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Cantidad de palabras: 1470
Advertencias: Recuerdos. Mención de secuestro. Incomodidad.
Comentarios míos: segundo capítulo arriba. Hoy se viene un flashback que puede responder unas dudas, pero que genera más. Disfruten 😉, voten⭐ y comenten 🖊
Italia, hace 5 años.
17:38 hrs.
Miro nuevamente la calle abarrotada de gente. Sus lentes de sol se resbalaron por el puente de su nariz, por lo que tuvo que nuevamente acomodarlos en la posición adecuada. Murmuro una maldición, para llamar a uno de los chicos que se encontraban unas tiendas más abajo.
— ¿Dónde estás? —Pregunto, mirando con disimulo la tienda en la que estaba. Allí estaba el, podía sentirlo buscando en su dirección, ¿Cómo es que la encontró? —. Esta aquí. Lo vi entrar con una chaqueta de cuero y una...
—Polera blanca, mierda. Te dije que era el, Vicenzo...
—Ya, dile que vamos en camino...
Ginevra sintió su cuerpo tensarse cuando sintió a alguien parado tras de ella. Escalofríos que iniciaron desde su cuello a su espalda baja, la hicieron removerse incomoda y con temor. La persona atrás de ella, seguía en su posición, observándola con intensidad.
—Siess, mögöttem van (Dense prisa, esta atrás de mi) —dijo, colgando el teléfono y guardándolo en su bolso.
Con cuidado, se bajó del banquillo para caminar hasta la puerta. Una mirada en su espalda sentía, pues quemaba con el tiempo. La obsesión que tenía con ella era enfermiza, le daba asco la forma en que le hablaba o la miraba cuando eran amigos. Le mintió a su familia por él, cometió errores solo para salvarlo de su padre, pero no, se dio cuenta demasiado tarde cuando vio que apretó el gatillo.
La extrañaba cada día que pasaba.
Italia había sido su primera parada, apenas llegaron Vicenzo se preocupó de conseguir un auto y una casa para arrendar. Demetri fue a un hotel conocido, para hablar con unos amigos y que les hicieran el favor de ayudarlos. Había resultado los primeros tres meses ¿Qué ocurrió después? El hotel fue incendiado, desde el estacionamiento hasta el último piso. Pocas vidas se perdieron y las que se salvaron, quedaron con heridas de gravedad que aún no podían sanarse.
Gavino estaba cada día más peligroso.
—Nina...
Se sobresaltó al chocar con el duro cuerpo de Vicenzo.
