— — Acto uno, capitulo cuatro: El corazón de Tony Stark
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Comentarios míos: Capitulo sin Flashback . Ojito con Pepper y Vince 👀
Abril 2007
Mansión Anthony Stark
Ginevra prefería estar en su cómoda cama, disfrutando de una buena serie y observando el cómo su hijo dormía después de haber llegado a mitad de la noche a su cama. BJ la estaría abrazando, usando casi de almohada buscando su calor maternal. Ambos con pijamas abrigados por la fría noche. Pero no.
Se encontraba en la casa de Tony, el lugar que se prometió jamás volver a pisar.
Aunque las promesas estaban para romperse, ¿No?
Pepper estaba a su lado, con un computador encendido sobre sus piernas haciendo no sabía que. Del otro lado estaba Vince, leyendo el diario con una taza de café cerca de su mano. Ella tenía una taza con agua de hierbas. Las hierbas eran su bebida favorita, por sus diferentes sabores además de los beneficios que traían al cuerpo humano. No sabía donde estaba BJ. Tal vez estaba en la cocina con Daniel, sacando las galletas en silencio.
—Industrias Stark ¡Tengo una recomendación! ¿Listos? ¡Vendan, vendan, vendan! ¡Abandonen el barco! ¿Les suena el nombre del Hindenburg? ¡Déjenme enseñarles el nuevo plan de negocios de Industrias...!
— ¿En serio estás escuchando a esa basura? —Pregunto Vince bajando el diario para observar a Pepper, que miraba con el ceño fruncido la televisión.
La pelirroja silencio el aparato mirando de regreso a su hermano. Pudo notar cierto rubor en las mejillas de su amiga. Sonrió de manera divertida.
—Bueno yo... —Un plato quebrándose en la cocina y el "¡Yo no fui!" de BJ y Daniel la hicieron suspirar e interrumpir lo que Pepper iba a decir—. Iré a ver que sucedió.
La pelirroja se levantó caminando con dirección a la cocina. Su hermano Vince fue tras de ella. Algo estaba pasando entre esos dos, desde antes de marchar que veía la complicidad que mantenían ambos ¿Qué fue lo que paso por el camino? Quería averiguarlo, pero no debía. Era una situación prohibida para ella.
Las relaciones amorosas en sus hermanos eran de ellos mismos, ella no debía de porque interferir en ellas. Claro que si alguno terminaba con un corazón roto, Ginevra se preocupaba de que tuviera su venganza justa. Solo en eso interfería, porque no le gustaba ver tristes ni llorosos a sus pequeños. Incluso, podía llegar a hacerlo con la novia de Vince si ella le rompía el corazón a su hermano.
