Capítulo VIII: Pintura y sangres sucias

21 5 0
                                    

Yermione despertó, no reconoció la habitación y su corazón se empezó a acelerar, pero después recordó todo lo que había pasado el día anterior y sonrió, agradeciendo que no fuese un sueño. Se levantó para entrar al baño y poderse alistar, estaba vacío, ya que aún era bastante temprano, así que se despojó su pijama para después ponerse sus uniforme nuevo, pero no sin antes oler el agradable aroma a nuevo que desprendía. Por primera vez en tanto tiempo se miró al espejo y comprobó que efectivamente sus ojos eran de otro color, su izquierdo era amarillo, casi dorado, mientras que el derecho de un morado intenso. Yermione se quedó viendo su nuevo reflejo, preguntándose si era algo normal estando en el mundo mágico, pero después recordó lo que le había dicho su amiga Cho. Tal vez tenía que verlo como algo bueno y lindo, algo más por lo que sentirse especial. Se lavó la cara y después recogió su alborotado cabello en una coleta con una liga, acomodó su extraña diadema emplumada sobre su cabello, pero mientras lo hacía no podía evitar mirar sus ojos, la hacía sentir linda, además de que empezaba a pensar que hacía un buen contraste con su pecosa cara. Al colocarse sus enormes anteojos cuadrados notó que sus ojos parecían brillar con más intensidad.

Salió del baño y unas chicas de su misma habitación apenas estaban despertando entre las amarillas cortinas de las camas, simplemente las ignoró y se dirigió a la sala común; era un lugar cálido, aunque el techo era bajo, pero no lo suficiente como para caminar estando agachado. Se cruzó la mochila, se acomodó la túnica, amarró bien sus agujetas y restregó las manos en el pantalón, preparándose para su nueva vida escolar.

Salió y se dispuso a caminar, y tratar de encontrar el gran comedor, ya que había escuchado que durante el desayuno es cuando se entregan los horarios. Siguió caminando, cuando localizaba un pasillo a lo lejos, se asomaba por ahí para ver si se le hacía familiar dicho lugar, si no lo era; se iba caminando derecho.

Se agradeció por haberse levantado más temprano, para que no se le hubiese hecho mucho más tarde, y el doble estando perdida, tal vez era algo que le llamaba "pérdida a tiempo". Al doblar un pasillo vió en el aire una extraña criatura, no le asustó ya que la veía riendo con una cubeta pequeña de pintura flotando junto al él mientras que con una mano pintaba unas cejas y bigotes enormes en una pintura de un retrato. La creatura seguía riendo mientras que el personaje del retrato intentaba evitar los brochazos mientras se quejaba, Yermione intentó ver aquello como algo normal, así que se acercó a preguntar:

-Disculpen -habló cuando estaba más cercas. La risa de la criatura y los quejidos del retrato eran más fuertes -. ¡Disculpen! -dijo en un grito, ambos callaron y voltearon a ver a la chica de nuevo curso. Esta vez pudo tener una mejor vista de aquella criatura colorida y de enorme sonrisa, le recordaba a un gato que llegó a ver en una película.

»-Perdón, pero solo quiero saber dónde está el gran comedor -dijo esta vez en su tono natural. El hombresito colorido alargó más su sonrisa.

-Es por allá -señaló con su largo dedo. El retrato aprovechó la distracción y huyó del cuadro -. Y mi nombre es Peeves, señorita -dió una exagerada reverencia que lo hizo girar completamente en el aire.

-Yo soy Yermione, y muchas gracias, Peeves -dijo Yermione sin más, y se dió la vuelta para seguir su camino hacia donde le señaló.

Peeves volteó de nuevo a donde estaba y notó que la persona en la pintura ya no estaba, pareció enojarse lo suficiente como creer que Yermione fue la culpable o cómplice, así que remojó la brocha en el balde y la lanzó en dirección a Yermione. Ella se dió la vuelta porque quería preguntar si de casualidad sabría qué horas eran, pero al ver la brocha amenazadora en su dirección solo pudo cerrar los ojos y poner sus manos en la cara, esperando el impacto y el salpicadero. Abrió los ojos y no había pasado nada, la brocha estaba flotando frente a ella con su pintura en hilo al piso.

Yermione Granger Y La Historia De Las Predicciones |Harry Potter| [#1]Where stories live. Discover now