Capitulo 35

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Las noticias sobre Miriam y su ubicación ya eran nulas. El grupo de hombres que la seguía se quedó parado quedando humillados por una joven que los engañó y los dejó sin recursos para seguirla.

Se había dado cuenta del chip rastreador en el auto, lo dejó ahí parado cortando su ubicación con nosotros.

Ahora ella podía estar en cualquier lado y lo peor de todo no era que tenía el maletín, sino que sabía que la mandé a seguir y probablemente ya me veía como un enemigo.

Tenía miedo de lo que pudiera hacer con esa información aunque no la creía capaz de idear un plan así que lo peor por ahora era que desapareciera.

Ese asunto lo dejé cerrado en ese momento así como lo mío por ella.

Al final solo fue un bonito reencuentro con muchas aventuras que se redujo a ese último beso. No pensaba en volverla a ver, al menos no pronto así que para mí esa sería una despedida.

Mi novia en cambio, estaba ahí, junto a mi y apoyándome en toda esa situación. Agradecido debía estar con la vida por permitirme tenerla a mi lado y haberla conocido. Cualquier persona desearía tener una compañera así de leal y que se arriesgara a todo.

Estaba claro que mi corazón debía pertenecerle y así sería.

Pasaron las horas y recibí nuevas notificaciones sobre la ubicación de aquellos dos espías. Los encontraron muy cerca de la carretera que iba a la ciudad.

Ellos habían estado muy cerca del territorio donde se detonó la lucha armada. A esas alturas, no dudaba que ellos hubieran intervenido en provocar a los rebeldes, sin duda era un plan maestro y yo había caído.

Desafortunadamente no pudieron atraparlos. Los estuvieron cazando en la carretera pero lograron escapar.

Según los reportes se contuvieron de usar armas de fuego porque aquella pareja había raptado a un niño que quedó desamparado tras la batalla. Lo hicieron para hacerlo pasar por su hijo.

Esos desalmados no dudarían en usarlo como escudo así que aplaudí el hecho de que mis hombres no disparan aunque no me gustó que se les escaparan.

Ellos me dieron esperanzas, me informaron que les seguían el rastro y que estaban a muy poca distancia de ellos. Estaban planeando una emboscada para agarrarlos antes de que llegaran a la embajada de su país o a su propio territorio.

Al haberlos descubierto teníamos la ventaja, solo era cuestión de alcanzarlos antes.

Estuve pegado a las comunicaciones mucho tiempo. Parecia como si estuviera escuchando mi programa favorito por la radio.

Seguía aquel plan y persecución como un verdadero fan.

Los estaban esperando en una salida. Era evidente que tenían que pasar por ahí y ellos lo sabían así que no sería fácil agarrarlos.

Era el horario perfecto, apenas el sol de medio día estaba en su mejor esplendor así que nos daría mucha más luz durante el día.

Mis hombres tenían que aprovechar cada momento y recursos para solucionar aquello.

Al final, me dejé llevar por lo que decían e informaban. Aquel capítulo había empezado y yo era el fan más interesado en conocer su desenlace.

"Está vez los tenemos que agarrar, que nadie se adelante, la paciencia será nuestra victoria.

Los individuos acaban de pasar por el kilómetro 30, estarán aquí en cinco minutos.

Todos a sus puestos, preparen los tapones y estén con sus armas listas, recuerden que hay un menor capturado a bordo, solo tenemos que someterlos, repito, debemos someterlos.

La novia del presidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora