CAP 8 - Una vez más, ¿amar?

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Narrador-

Una mañana tranquila, ni un sonido se podía oír en esa habitación y como si estuvieran en una relación dos chicos se encontraban tapados con las sábanas, abrazados entre sí con sus aromas relajándose instintivamente.

Naruto se acercaba cada vez más para poder sentir el aroma que emanaba del alfa, ese aroma que le hacía sentir protegido, lleno de amor y cariño. El pelinegro sintiendo lo mismo hundía su cabeza en el cabello del omega queriendo sentir esa calidez e intimidad del momento.

Durmiendo entre sueños ninguno se quejaba o demostraba sentimiento contrario de querer estar separados pero como dicta la ley del sueño, con los primeros rayos de sol que entran por la ventana serán despiertas las primeras almas.

Y así como si fueran monstruos, al abrir los ojos, se alejaron mutuamente. Naruto cayó al piso por su gran empujón y Sasuke quedando en la esquina casi al punto de caer, suspiraron ambos sin ver solución.

"Debemos encontrar una solución a estas sorpresas, si no me quedaré sin espalda." Pensó el rubio mientras se sentaba en la cama sobando su espalda baja.

Brillante ladró desde fuera de la habitación, ya se le había hecho costumbre ir corriendo apenas escuchaba el golpe en la mañana y Dormilón, bueno, él seguía durmiendo aunque levantaba la cabeza para volver a dormirse.

Sasuke se acercó a la puerta y la dejó abierta, el cachorro pasó y saltó a la cama con permiso del rubio, dándole al pelinegro la vista de la más hermosa sonrisa que había visto al despertar.

-Yo lo siento por eso. - rió un poco Naruto jugando con el perro.

-También es culpa mía, no hay de qué disculparse.- le aclaró el alfa posando su mano en su cabello.

Sin más que decir Sasuke fue directo a colocarse otra ropa y calzado, cuando por fin terminó dio otra vista a la habitación.

En ella solo estaba Dormilón, en su camita, durmiendo con su comida y agua nueva puesta por el rubio al lado. Observó que la cama estaba hecha y que las cortinas estaban abiertas, pero a pesar de dicho orden había ropa en el suelo que seguramente había dejado Naruto.

Sonrió viendo cómo por la puerta que iba directo al baño salía el omega con una bata y el cabello húmedo, se había dado un baño rápido para despertarse aunque parecía que no le había servido. Bostezó sonoramente y se frotó cuatro veces los ojos intentando focalizar su vista para poder ver al pelinegro frente a él.

-Haré el desayuno, ¿Qué te apetece hoy? - dijo demasiado educado el alfa mirando los preciosos ojos celestes del omega.

-Mmm, te parece un café…- dijo interrumpiéndose con un bostezo.

-Extra dulce, lo sé.- entendió Sasuke mirando como Naruto le sonreía por ya conocerle bien.

-Exacto…

El rubio quería ir y abrazarlo, ya se había memorizado casi todos los desayunos de una semana completa y la mayoría de comidas. Era algo increíble y quería darle una recompensa, algún regalo o cocinarle.

Aunque sería algo complicado, ninguno de los dos tenía tiempo con todos los preparativos y los trabajos de la empresas, seguramente no tendrían ni tiempo cuando estén casados.

Suspiró, siempre le era pesado pensar en eso y más por la mañana, le sacaba cada ánimo que tenía para seguir. Solo era pensar en qué estaba todo arreglado y que no era por amor y sus ánimos caen directo al suelo, enterrándose en el centro de la Tierra.



En la cocina, el silencio predominaba, el único ruido era el de la cafetera, está solo dio la alarma de terminado y todo unido se fue.

Desde allí, donde Sasuke colocaba las dos tazas en la mesa de la sala, se oían los pasos en la escalera cada uno más sonora que el otro y en un solo segundo se dio cuenta que Naruto se había emocionado por algo.

Siempre que se escuchaban demasiado sonoros sus golpes en la escalera era por que algo le había hecho feliz o algo había recordado que haría ese día.

Pum…
Pum…

Pum…
Pum…

-¡Mañana es tu cumpleaños!- gritó apenas entró en la sala yendo rápido a sentarse al lado del pelinegro.

-Así es, ¿eso es lo que te emociona?- dijo algo burlón viendo la emoción del rubio subir hasta su rostro.

Tenía sus mejillas sonrojadas y sin dudar no podía evitar emocionarse por algo como el cumpleaños de su futuro esposo.

Solo asintió y tomó su café, bebió un poco y suspiró al sentir tal delicia en su boca.

-Está riquísimo, gracias. - agradeció con una hermosa y genuina sonrisa al alfa.

-No hay de que, disfrútalo.- no dio gran importancia empezando a tomar su café, super amargo.

Siempre le agradece, siempre por el café, la comida y bebida. Le era normal ya en esa semana que llevaban viviendo juntos pero aún no habían logrado saber cómo hacer para no quedar abrazados al dormir.

Internamente le era comida pero cuando despertaban se alejaban por la vergüenza y uno de los dos terminaba en el suelo, Naruto siempre.

Así que ese sería el próximo problema que debían de resolver, aunque sería complicado ya que lo hacían por instinto y no por cuenta propia.

-¿Hoy tienes la reunión de diseño?

-Si, pero será fácil. Ya los tengo convencidos. - dijo confiado el alfa con la frente en alto.

-Me alegra que tengas esa confianza, buena suerte. - dijo levantándose del sofá para besar la frente del pelinegro y despedirse.- Debo irme, nos vemos en la noche.

Sasuke no respondió, quedó paralizado y totalmente sonrojado. Su frente ardía, sus mejillas ardían y su corazón  latía como nunca lo había hecho. Sentía que un día de estos, Naruto, le dejaría sin respiración. Era tan especial esos momentos que compartían de afecto, de cariño, de calidez entre los dos que parecían fugaces.

Unas olas de amor enormes que se demostraban con una pequeña gota de cariño, como si mucho de ello hiciese que se ahogara.

El alfa se apresuró, también llegaría tarde si no se apuraba.

Le dejó comida y agua fresca a Brillante en el patio, lo dejó afuera para que jugase allí y no hiciese sus necesidades dentro.

Tal vez podría hablar más tarde con Naruto sobre qué quería de regalo, porque realmente si tuviese que elegir su regalo elegiría al omega como presente de cumpleaños.

Aunque fuese mucho pedir, aún cuando solo fuese unos minutos, aunque sea un beso o un abrazo, lo quería a él como regalo. Solo a él lo quería como esposo, solo él se robó su corazón y su mente, y solo él fue quien le hizo pensar que era ese sentimiento tan especial.

Matrimonio Arreglado || SasuNaru • OmegaverseWhere stories live. Discover now