Capítulo Segundo: FUERZA DESCONOCIDA

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La noticia sobre aquella desconocida chica repercutió, no sólo en la ciudad de Bacatá, sino también en el país y en el mundo, dejando atónitas a todas las autoridades, por considerarla a simple vista como una posible amenaza.

Informaciones fueron y vinieron por todas las redes sociales, la mayoría de ellas confusas y poca validez. Esas informaciones fueron revisadas por Souichi, quien se levantó de su escritorio personal, donde estaba revisando los parciales de los alumnos del pregrado de medicina, caminó hacia el cuarto donde estaba su hija y dio tres golpes a la puerta del cuarto.

—Hotaru, ¿podemos hablar? — preguntó Souichi.

—Sí, claro papá— respondió amable Hotaru, quien estaba revisando los apuntes de su cuaderno de cinco materias.

El padre de la joven cogió una de las dos sillas del escritorio de la habitación y se sentó al lado derecho de donde estaba sentada su hija.

—Vi las noticias y hasta ahora me entero que una extraña chica salvó a un compañero suyo de la S. C. A. Quiero saber ¿si esa chica eras tú?

La pregunta del progenitor hizo asustar a Hotaru, quien paró lo que estaba haciendo. La joven se volteó de su posición frente su escritorio y se puso sentada de frente a su padre, mirándolo con temor.

—Sí, fui yo...— Respondió tímidamente Hotaru.

—No puedo creer... Pensé que ese momento llegaría después, pero me equivoqué...— dijo preocupado Souichi.

—¿Me castigarás, papá? Porque en verdad quiero pedir perdón por entrometerme— ofreció asustada Hotaru.

—Para nada hija...— La respuesta humilde del papá dejó atónita a su hija, luego añadió — eres mi única hija, eres la luz de mis ojos. Sabía que posees poderes mágicos y paranormales, más nunca imaginé que los usaras.

—¿Por qué no me dijiste antes? — cuestionó desconcertada la hermosa joven.

—Porque es tu destino, del cual tu madre y yo aceptamos hace mucho tiempo, desde aquel terremoto que experimentamos en California— contó reflexivo el profesor.

—No entiendo... ¿Qué pasó verdaderamente? — la inquietud de Hotaru causó la siguiente narración de Souichi.

"Hace veinte años, tu madre Keiko y yo viajábamos a la ciudad de Santa Mónica, donde nos invitaron a una importante conferencia mundial y universitario sobre tecnología y ciencias avanzadas.

El viaje era productivo y romántico, ya que tu madre y yo andábamos seis meses de noviazgo.

Una mañana, mientras fuimos en un autobús de ruta a San Diego, ocurrió un fuerte temblor que partió la carretera en dos grandes fisuras, el conductor quiso eludir y parar en un lugar seguro, pero era imposible porque nos chocábamos frente a uno de los árboles caídos. La grieta llegó a donde se accidentó el autobús, causando que el automotor se hundiera durante el temblor.

Novela - Fanfic: TomoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora