Capítulo 44. Tres pequeñas palabras

2.6K 409 5
                                    

Jimin

—Jimin, te amo, pero me estás volviendo loco.

La voz de mi hermano flota a través de mi teléfono, sonando más exasperada que irritada. Después de su ducha, Jungkook fue a su oficina, y de inmediato llamé a Hoseok para pedirle consejo.

—¿Qué quieres decir? —pregunto vacilante, después de explicarle lo ocurrido.

—Quiero decir… —suspira pesadamente— ¿Quién eres y qué has hecho con mi hermano? Siempre has sabido exactamente lo que quieres y has hecho todo lo necesario para que sucediera. Eres un hombre fuerte e independiente, no un niño malcriado, indeciso y emocional que está demasiado atrapado en un hombre para conocer su propio corazón.

Desearía poder discutir con su evaluación de mi comportamiento, pero sé que tiene razón. Sin embargo, antes de que pueda reconocerlo, continúa.

—Es como, te gusta Jeon, no te gusta Jeon. Quieres estar con él en un momento, y al siguiente estás tratando de endosárselo a otra persona, ¡Solo decídete! ¡Lo juro, ya ni siquiera te reconozco!

—¡No puedes ver que ese es el problema! Ya ni siquiera me reconozco. —exclamo, frotando mi dolorido cuello— Toda mi vida se ha puesto patas arriba.

—¡Lo sé! Porque eso es de lo único que hablas todo el tiempo ¿Tienes alguna idea de cuándo me preguntaste por última vez sobre mi vida? ¿Que mostraste interés en algo más que en tus propios problemas?

Sus palabras duelen, y me doy cuenta de que tiene razón. He estado tan envuelto en mi propio drama que he estado descuidando a mi hermano. Odio pensarlo, pero la verdad es que no tengo ni idea de lo que está pasando con él.

—Lo siento, Hoseok. ¿Qué está pasando contigo?

—Nada, ¡Pero sería bueno saber que te importa! —espeta, sonando más que un poco petulante.

"¡Y tuvo el descaro de llamarnos malcriados!" La vocecita en mi cabeza reclama.

—¿Hablas en serio? La gente está tratando de matarme, Hoseok. Una perra psicótica drogó e intentó violar al padre de mi hijo. Estoy cometiendo un fraude de proporciones épicas para salvar a toda una puta especie de la guerra civil. ¿Y estás enojado porque, por primera vez en toda nuestra vida, no estoy ignorando mis propias necesidades para cuidar de las tuyas?

—¡Nunca te pedí que hicieras eso! —Hoseok argumenta— Tomaste esa decisión por tu cuenta.

—¡Porque tenía que hacerlo! Tenía que ser el fuerte porque siempre te derrumbabas a la primera señal de problemas.

—¡Entonces tal vez deberías haberme dejado desmoronarme! —Hoseok responde a la defensiva— Tal vez si lo hubieras hecho, habría aprendido a valerme por mí mismo en lugar de depender de ti.

Las náuseas se apoderan de mi estómago y cierro los ojos con fuerza.

—Sabes por lo que pasé para protegerte. —digo finalmente, mi voz ronca— ¿Realmente deseas que no lo hubiera hecho? ¿Se suponía que debía esperar y dejar que abusaran de mi hermanito?

Una respiración temblorosa vibra contra el receptor, y la voz de Hoseok es pequeña cuando habla de nuevo.

—Sabes que eso no es lo que quise decir… pero tengo que vivir con la culpa de saber que te lastimaron por mi culpa. Y a veces solo pienso que tal vez… tal vez si no me hubieras protegido entonces al menos habríamos estado juntos en esto, en lugar de estar solo.

—Y nunca me lo hubiera perdonado si eso hubiera pasado. —comparto, incluso cuando crece una ola de dolor dentro de mí para entender cómo lucha con la culpa— ¿Por qué nunca me habías dicho esto antes?

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐𝒱𝑜𝓁. 𝐼𝐼 Where stories live. Discover now