Capítulo 7

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Harry.

El día siguiente comienza igual que el sábado pasado, Harry sale a correr pronto, le ayuda a despejar la mente, intenta no pensar en el trabajo y sobretodo no pensar en Louis, aunque es casi misión imposible. Ese precioso hombre se le estaba incrustando en cada parte de su cuerpo, había descubierto que le gustaba compartir momentos de su vida con él, era algo nuevo y sorprendente para su persona.

Cuando llega a casa son las 9 y media de la mañana, un rico olor a bacon lo recibe. Se quita las zapatillas en la entrada y camina hasta la cocina. La imagen que ve no le importaría verla cada día del resto de su vida. Louis está de espaldas a él, moviendo las caderas al son de la música que sale de su móvil mientras prepara bacon.

Su vista involuntariamente o no tan involuntariamente se desvía hacía el redondo y bien formado trasero de su sueño andante. Tendría que ser ilegal que se viese tan bien en esas mayas que lleva puestas. Se sienta en el taburete que hay en la isla y lo observa.

Al minuto Louis se gira para dejar algo allí y se asusta al verlo.

"Joder, Harry." pone la mano en el pecho dramatizando. "Me provocarás un infarto."

"Tú también me provocas..." susurra con una sonrisa picara.

"¿Cuándo has llegado? Puedes saludar sabes."

"Estaba..." 'Admirando las vistas' piensa. "No quería molestarte. ¿Qué haces?" ahora pone cara inocente.

"Estoy preparando el desayuno, creo que es obvio, lumbreras." Dice juguetón.  "Espero te guste el bacon y los huevos revueltos, los estoy preparando con tostadas y ya tengo una cafetera lista."

"Me gusta." Se pone de pie. "Voy a darme una ducha rápida antes de sentarnos, estoy muy sudado y debo oler hasta mal."

"Cómo prefieras, pero a mi no me importa." se muerde el labio al decirlo. Dios si sigue haciendo eso va a tener que darse una ducha más larga y con agua muy fría.

Se marcha antes de que la conversación se desvíe más de la cuenta. Cuando Louis se pone valiente y coqueto no puede seguirle el juego sin mostrarse vulnerable y mostrar sus sentimientos, prefiere cuando se pone nervioso y él tiene la iniciativa.

Desayunan los tres el rico desayuno en la isla de la cocina, se han puesto las botas, Louis ha hecho comida como para 6 personas y solo son 3 y uno tan solo tiene tres años.

El timbre suena y los dos se miran interrogantes, ¿quién puede ser un sábado por la mañana? él no ha invitado a nadie y normalmente nadie viene sin ser invitado. Va hacía la puerta mientras Louis está dandole el último trozo a Jacob.

Al abrir la puerta se encuentra a Liam y Zayn, con una sonrisa. ¿Qué hacían ahí? Ayer le dijo a sus amigos que no tenía ganas de salir este fin de semana. Y puede que fuese una tontería, pero quería mantener un poco más el secreto de que Louis y Jacob vivían con él, porque sabía que en cuanto sus amigos se enterasen no iban a dejarlo tranquilo. A parte que querrían acercarse a Louis y eso era perder su atención.

"Hemos decidido que vamos a secuestrarte hoy e iremos a un restaurante cerca de la playa." al escuchar la palabra playa un pequeño grito de emoción se escucha desde la cocina.

Zayn y Liam completamente extrañados asoman la cabeza hacía el interior para encontrarse a Louis tapando la boca de un niño pequeño. Harry maldice para si mismo. Sabía que el grito había sido Jacob, está casi seguro que nunca habrá ido a la playa y que le haría ilusión.

Cierra la puerta a sus espaldas porque ya no tiene sentido ocultar a sus compañeros de piso. Liam mira a Harry, puede ver en su mirada todas las preguntas que amenazan con salir. En cambio Zayn sale corriendo hacía la cocina.

Caprichos del destinoWhere stories live. Discover now