Caprichoso, arrogante, sin duda el rey de los berrinches, o el riquillo hijo de mami y papi cómo todos lo conocen en su facultad, Jeon Jungkook era el tipo de omega que para bien o para mal se robaba las miradas de todos, era el mimado hijo único de...
Los días estaban pasando de forma tranquila, muy tranquila a su parecer, le era extremadamente rara la quietud que el omega estaba teniendo, sí seguía altanero en ocasiones o despectivo en ciertas situaciones, sin embargo lo que más hacia era dormir en sus ratos libres o ver televisión, eso cuando no estaba haciendo tareas o trabajo, pues en todo ese tiempo, seguía trabajando para él, solo que ahora lo hacia desde casa, lo mismo con la universidad, solo iba cuando tenía alguna clase muy importante, del resto había pasado a hacer vida en casa, el punto es que estaba muy quieto para ser Jeon Jungkook, aún así el alfa mantenía su guardia alta, confiar en el omega sería un suicidio, suspiró masajeando sus sienes, mirando de reojo al menor que estaba tecleando en su computadora, sentado en el escritorio que había habilitado para él en su oficina, no mentiría el condenado mocoso lucia adorable últimamente, el embarazo le sentaba muy bien si se lo preguntaban, volvió su atención a su trabajo, que por esa semana estaba haciendo desde casa, al igual que sus empleados debido a un problema de plagas en la sede principal de la empresa, todo un dolor de cabeza aquel tema, volvió en sí frunciendo el ceño al ver un correo que acababa de llegar, al abrirlo frunció más el ceño al ver que el remitente era de Jungkook, y no evitó rodar los ojos algo divertido al leer el contenido.
Estoy aburrido y ya terminé mis deberes ¿puedo invitar a BamBam? :)
Suspiró releyendo el mensaje, mirando de hito en hito al menor que lucia muy normal como sino acabará de enviar aquel correo y su laptop con el texto esperando respuesta.
-¿Por que me mandas un correo si estoy literalmente a centímetros de ti?
Inquirio mirándolo con desdén y la sombra de una sonrisa dibujandose en su rostro, misma que nunca terminó de acentuarse, el menor alzó sus hombros haciendo un pequeño puchero.
-No sé ¿será porque eres un alfa demasiado amargado? Siempre tienes esa cara de culo, nadie quiere hablarte si luces así
Hizo un mohín que a ojos de Taehyung fue adorable, cruzando sus brazos sobre su pecho, a la par que movía sus pies, frotandolos entre sí, por alguna razón la mirada del mayor le ponía de cierta manera nervioso, por su parte el alfa alzó ambas cejas en sorpresa por lo dicho, gruñendo leve con molestia, viendo como el contrario se encogia en su asiento.
-Cuida tu boca Jeon... Y lárgate antes de que cambie de opinión
Lo que pasó después fue algo que lo descolocó por completo, demasiado inesperado para él y para su lobo, pues con gran emoción el omega se levantó corriendo hacia él para de forma rápida agradecer y dejar un beso en su mejilla, saliendo de prisa de la oficina, yendo a su habitación para llamar al unico amigo que le quedaba, el alfa puro parpadeo un par de veces, sin apartar la mirada de la puerta por donde el otro salió, inconscientemente llevando una mano a su mejilla y otra a su pecho, precisamente a la zona donde su corazón latía como loco.
-¿Que carajos?
Susurró con el ceño fruncido en confusión, sorpresa y una pizca ligera de molestia y temor, esas sensaciones las había sentido antes, muchos años atrás y sentirlas ahora por algo tan simple como un beso en la mejilla y por alguien tan impropio como Jungkook le creaban una especie de confusión para nada agradable, porque él odiaba sentirse confundido, detestaba estar en el aire, estar lleno de preguntas sin respuesta, el odiaba eso con su ser y justo ahora tenía más preguntas que respuestas.
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