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Fue una noche lluviosa en la que te encontrabas regresando de la tiendita hacia tu casa cuando al pasar al lado de un callejón lograste ver un color carmesí mezclado con el agua en el suelo. Sangre.

Tus ojos se abrieron como platos y siguieron el rastro, el cual llegaba hasta lo más oscuro del callejón, y ahí, una chica de tu edad, sentada de espaldas a ti, su suéter café levemente manchado por sangre.

Asumiste qué la sangre era suya y rápidamente corriste a su ayuda, dejando tu bolsa de botanas en media calle.

- Oye! Estas herida? - te acercaste y notaste mas de sus características, pero lo que más resaltaba era su cabello rubio peinado en dos chongos desarreglados.

La chica volteó a verte, y estaba tan oscuro qué no te percataste qué sus labios rojos no eran naturales, si no que era sangre, la misma que salía del pobre gato sin vida frente a la rubia. No tardaste mucho en ver el cadáver, así que al ver tu reacción de sorpresa, la chica estaba a punto de sacar un pequeño cuchillo y lo hubiera clavado en tu garganta de no haber sido por tus siguientes palabras.

- lo siento mucho... Era tuyo, no? - te sentaste en el suelo mojado, al lado de ella y mirándola directo a los ojos con compasión.

No era suyo, simplemente lo vio pasar y le pareció lindo, y como todo lo que le parece lindo, quería un poco de su sangre, y eso fue justo lo que hizo que no guardara el cuchillo, el cual aun estaba afuera de tu vista. Le pareciste... Linda.

Ella no te respondió, seguía perdida en sus pensamientos sobre ti y su confusión sobre tu reacción tan calmada. Tomaste esto como un shock, después de todo pensabas que era el gato de la chica y a juzgar por la situación, lo debió haber visto morir.

Así que tomaste una de sus manos, la más cercana, y la encapsulaste con cuidado en las tuyas.

- me llamo ___- trataste de usar una voz dulce y reconfortante - todo va a estar bien, ok? -

Ahh... Que tierna!

Pensó la rubia, asintió y te dijo su nombre.

- Soy Himiko -

Aun no sabias nada sobre cómo se sentía, ni siquiera podías ver si estaba llorando porque la lluvia se llevaría las lágrimas consigo, pero sabias bien que hacer en este tipo de casos.

Y así comenzaste a cantar, tu voz sonando al compás de la lluvia y envolviendo a las dos en la burbuja de calma qué creaba tu quirk. Himiko no tuvo tiempo de reaccionar, si no que sus hombros inmediatamente se dejaron caer al igual que el pequeño cuchillo cayó de su mano.

Cerraste tus ojos pero los de ella permanecían fijados en ti y ahí fue cuando Himiko notó tu empatia hacia ella haciéndose presente en una lagrima tuya recorriendo tu mejilla y mezclándose con las gotas de lluvia. No se había sentido así desde que sucedió el accidente con ese otro chico, quería permanecer ahí, contigo, pero de igual manera quería ser tu.

- ___... Podemos ser amigas? - finalmente habló en un susurro, temiendo interrumpir tu canto.

Aunque la rubia no quería que terminara, paraste de cantar y la miraste sonriente. Te paraste sin dar respuesta y luego le ofreciste tu mano para ayudarla a hacer lo mismo.

- claro! -

Y así, en esa noche lluviosa, caminaron fuera del callejón, dejando atrás al gato y comenzando una nueva conexión entre ustedes dos, una conexión que para tu mala suerte pronto se volvería peligrosa y destructiva, así como el hechizo qué posabas sobre todo el que llegaba a escuchar tu voz.

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Sip, voy a incluir a Toga porque me encanta, jsjsjsj se que no avisé pero tómenlo como una sorpresa.

Tengan, un naruto 🍥

Pacify (Yandere! Bnha x lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora