temptation ー Markhyuck

diamonds life

txt & coi leray— happy fools

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❛Pero no me importa lo que ellos digan❜

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En los últimos días que les quedan en Claro de Luna, Donghyuck y él pasan poco tiempo juntos. Generalmente en casa de Haechan, cuando su padre no está y su madre se fue a sus tertulias con otras mujeres del pueblo. A veces ya no sabe si la mujer lo hace de forma intencional o no, pero teniendo en cuenta que sabe de su relación, lo más probable es que esté ayudando a su hijo. Aunque a Mark le duele saber que traicionaran la confianza de la mujer antes de que se dé cuenta siquiera. Pero luego Mark recuerda que a Donghyuck tampoco le gusta hablar de cómo era su vida antes de que ellos se hicieran cercanos. Aparte de sus vivencias con Jeno, Mark no sabía mucho sobre cómo era la vida de Donghyuck con sus padres o en su casa. Hay momentos en los que a Mark le gustaría preguntar, intrincarse en ese lado más personal de Haechan, pero tampoco le gustaría ponerlo incómodo con cosas de las que, si no le ha hablado todavía, quizás sea porque aún no está listo para hacerlo.

De cualquier forma, espera que Donghyuck se sienta en la confianza suficiente en algún momento de su relación como para hablar sobre eso.

Su última visita a la casa de Donghyuck la hace un domingo en la mañana, cuando se supone que deberían haber ido a la iglesia a escuchar la palabra del Señor. Mark les había dicho a sus padres que iría después porque se había quedado dormido y que se les haría tarde si esperaban por él. Eso era una mentira, por supuesto. Sin embargo, no está del todo seguro si es porque sabe que va a tener un fuerte sermón por parte de su padre cuando regrese, o si es por todo lo relacionado a su huida, pero hoy siente la adrenalina recorrerle las venas y estar besando a Donghyuck en su habitación, con la puerta abierta y sin asegurarse de que están a salvo, lo tienen desquiciado. Ayer había comprado los boletos del tren, se irían mañana, tan temprano que el sol para esa hora ni tan siquiera aun pensaba en asomarse. Probablemente no sería capaz de dormir toda la noche mientras se dedica a empacar todo lo que puede.

—Mark… ¿Tú estás seguro de que en serio quieres hacer esto? ¿No tienes miedo?

Observa a Donghyuck, tal vez esta sea la segunda vez que Mark lo ve tan asustado. Donghyuck se está abrazando las piernas y su mirada queda detrás de sus rodillas, pensativo.

—Por supuesto que tengo miedo. —Sus palabras hacen que se gane la mirada del moreno—Pero, aun así, incluso si este es un cambio muy drástico, estoy dispuesto a hacerlo solo para estar contigo.

A Mark le da gusto ver como la expresión de Donghyuck cambia, cualquier duda que quedaba en su mente se había marchado con rapidez, como si nunca hubiese estado en vedad. Sonríe, y eso contagia a Haechan.

Por supuesto que él también tiene miedo. Ha pasado toda su vida en Claro de Luna y nunca antes se había podido llegar a imaginar a sí mismo huyendo de su pueblo, mucho menos con un hombre. Pero resulta que ese muchachito que tiene a su lado le ha enseñado muchas cosas, y en poco tiempo se había convertido en alguien especial. Pero Donghyuck no era feliz en Claro de Luna, y nunca lo seria. Y si él podía hacer el sacrificio para que Haechan fuera la persona más feliz del mundo, entonces lo haría. Porque después de todo estaría junto a él, la persona a quien ama.

Está claro que no será fácil empezar una vida de cero, ellos tan solo eran unos adolescentes que se escapaban de su pueblo por un acto de rebeldía, así podía verlo cualquiera, no tenían dinero, ni tampoco experiencia laboral, no tenían nada más allá de juventud y un poco de fuerza. Pero de alguna forma u otra, saldrían adelante y se ayudarían. Quizás en otros pueblos tampoco puedan mostrarse afectuosos, quizás tampoco puedan actuar como les gustaría, sin embargo, ya no tendrían a gente molestándolos y no tendrían que cumplir con las expectativas de nadie. Podrían vivir para ellos. Tal vez el cambio era muy radical, muy drástico, pero valía la pena.