Capítulo 11

25 5 0
                                    


Con el engaño de la supuesta relación amorosa entre Ryusei y Emma, la verdadera establecida entre el actor japonés y la periodista de espectáculos se desarrollaba sin presiones ni malas vibras de aquellos que solo podían criticar cuando se topaban con algo bueno y puro como era el amor que ellos se tenían. Ann aprendió a no manifestar emoción alguna cuando escuchaba a la gente hablar sobre la bonita pareja que hacía su sobrina con su amado japonés o la suerte que tenían de haberse enamorado, ya que ambos eran tan jóvenes, tan compatibles que era obvio que tendrían un agradable futuro juntos. La Houston se imaginaba que todos los comentarios que escuchaba hacían referencia a ella junto a Ryusei, por lo que no se disgustaba o deprimía ante ellos.

A Ryusei le pasaba algo parecido, ya que cada vez que alguien lo felicitaba por la supuesta relación que mantenía con Emma, él se imaginaba que se lo decían por la verdadera que sostenía con Ann. Estar con una mujer como la Houston, para el japonés era un honor que solo él podía tener, por lo que se llenaba de orgullo y sonreía con infinita alegría. Al dejar el teatro y llegar al lado de Ann, haciendo que todos pensaran que pasaba una agradable velada al lado de Emma en el apartamento donde esta vivía, le daba algunos detalles que admiradoras suyas le entregaban para que se los ofrezca a la mujer que amaba. «Esa eres tú, Ann chan, así que tómalos porque te pertenecen». Ambos enamorados vivían felices su amor sin imaginarse que el caos estaba por llegar a sus vidas de la mano de la incomprensión y el fantasma del pasado.

Harumi hablaba casi a diario con Ryusei. Había intentado de varias maneras sacarle información a su hijo sobre la mujer que había cautivado su corazón. Aunque los medios de prensa no comunicaban que oficialmente Ryusei había aceptado que mantenía una relación formal y exclusiva con Emma White, todos ya aseguraban que era un hecho, por lo que Harumi quería que su hijo hablara con ella sobre la dama que era dueña de su corazón y quedar en una fecha para que la familia la conozca. Ante no poder lograr que Ryusei sea sincero con ella, Harumi decidió ir a los Estados Unidos para visitar a su hijo y presionarlo para conocer a la mujer con quien, de seguro, había iniciado una relación.

Como había aceptado darle su espacio a Ryusei y que él sea quien decida cuándo llevaría ante la familia a su novia, la madre del actor no podía comunicar que viajaría a New York. Ese viaje tendría que ser sorpresa y mantenerse en secreto, por lo que aprovechó que un grupo de amigas de la escuela se estaban reuniendo para participar en un viaje por Europa, recordando los años en que fueron compañeras de clase, para decirle a su esposo, hijo menor y familia que las siguientes dos semanas disfrutaría de pasar el tiempo con sus amigas de la adolescencia. De Nagoya partió el avión comercial hacia la ciudad de París, en donde darían inicio al recorrido por Europa. A los dos días de haber llegado a La Ciudad Luz, Harumi se excusó con sus amigas porque debía dejar el viaje para regresar a Japón. El motivo: era necesario que se ocupe de unos documentos importantísimos para proceder a entregar una ayuda social que el Conglomerado Sa-Na iba a realizar y ella estaba encargada de supervisar.

Harumi no utilizó la agencia de viaje que el grupo de amigas había contratado para organizar el paseo por Europa porque no quería dejar indicios sobre su real destino, así que fue directamente al aeropuerto y adquirió un boleto de avión en clase ejecutiva del primer vuelo que partiera hacia New York. Solo tuvo que esperar unas cuantas horas en la Sala V.I.P. del Charles de Gaulle para luego embarcarse en un viaje de un poco más de ocho horas hacia La Gran Manzana. Ya en su destino, se hospedó en un exclusivo hotel cinco estrellas y pasó un día completo recuperándose por los estragos que su cuerpo sufría por el jet lag. Sin embargo, se dio tiempo para informarse sobre la temporada de teatro, ya que quería ver a su hijo en escena, encontrando que en dos noches terminaba las presentaciones de La hija de la fortuna. De inmediato adquirió una locación para la última función y pensó en comprar un ramo de flores para entregárselas a la novia de su hijo, quien era su coestrella. A Harumi no le gustaba mucho que Ryusei esté relacionándose con una extranjera, pero lo permitía solo porque era una joven menor que su hijo, a quien podría enseñar el debido comportamiento de una dama dentro de una familia japonesa.

El amante jovenWhere stories live. Discover now