Capítulo 13

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Ambos llegaron pronto a la ciudad y Fubuki se puso en guardia y miró alrededor en busca de testigos, fotógrafos, personas de sus clubs de fans; temió al posible escándalo que se pudiera armar y disimuladamente comenzó a separar su mano de Saitama, él respondió a esto sujetándola con más fuerza y tomando la delantera para subir el puente que los llevaría al otro lado de la carretera.

Los carros pasaban debajo de ellos como simulando un río de luces de cuatro carriles en dos direcciones opuestas.

—¿Tienes hambre, Fubuki? —Dijo de pronto Saitama, sin despegar su mirada del frente, Fubuki iba a responder cuando Saitama habló de nuevo. —¿Quieres que compremos algo para cenar?

Los ojos de Fubuki se entrecerraron fijando su vista en la espalda de Saitama, sintió su rostro calentarse al pensar en cómo él sutilmente le estaba sugiriendo que los dos cenarían juntos.

Algo extraño para un hombre que nunca había sido sutil con nada.

Fubuki miró de nuevo a los alrededores, aún era temprano en la noche y aun así apenas había personas en los alrededores.

Ella no quería soltar la mano de Saitama pero también se sentía avergonzada de que la gente pudiera verlos tomados de la mano habiendo dicho antes que sólo eran amigos.

—Vayamos a comer a tu departamento, está mucho más cerca. —Sugirió ella, Saitama asintió en silencio.

Por el camino, Fubuki se apegaba más a Saitama cada vez que alguien caminaba cerca, Saitama apretaría más su agarre y ella intentaría esconder sus manos unidas tras la capa blanca que colgaba sobre ella.

En este punto ambos sabían perfectamente qué era lo que estaban haciendo, Fubuki no entendía por qué Saitama no decía nada pero tampoco se atrevía a cuestionar en voz alta el porqué de esta clase de acciones porque en el fondo lo disfrutaba.

No sabía cómo podría interpretar esta clase de sentimiento cuantioso y sumamente reconfortante, tan puro y feliz que le provocaba un gran temor y una gran paz al mismo tiempo.

Fubuki se preguntó si Saitama también podría comprenderla en esta clase de emoción.

Habían caminado alrededor de quince minutos cuando del cielo comenzaron a caer pequeñas gotas, Fubuki no sabía en qué momento las nubes se acumularon, tampoco cuándo fue que las personas comenzaron a rodearlos y a andar a paso apresurado. Saitama la sujetó con más fuerza y la jaló para avanzar con más prisa.

La lluvia se intensificó y Fubuki lamentó no haber traído algo con qué cubrirse, considerando seriamente comprar un auto en un futuro cercano o al menos cargar siempre con un paraguas.

La gente comenzó a detenerse a medio camino para verlos, algunos murmullos comenzaron a escucharse a su alrededor y Fubuki se alarmó y se apresuró a acercarse al oído de Saitama.

—Creo que están empezando a reconocernos, deberíamos alejarnos antes de que nos rodeen...—Dijo ella en un susurro.

Saitama asintió y sus pasos comenzaron a aumentar la velocidad. Ambos corriendo en contra del cúmulo de personas que trataban de cubrir sus pertenencias, de proteger sus cuerpos del agua y que comenzaban a preguntarse en voz alta si aquellas personas que corren tomadas de la mano era el dúo favorito de héroes de la ciudad.

Saitama los ignoraba mientras que Fubuki se preguntaba si Saitama podría hacer algo al respecto para desviar la atención o no.

Algunas personas comenzaron a perseguirlos y entonces Saitama dio un giro brusco en una calle, preocupándose más por llevar a Fubuki lejos de la multitud que por llegar a casa.

Habitaciones Cuadradas (Saibuki)Where stories live. Discover now