La vida Denji nunca fue fácil, siempre luchando por sobrevivir y viviendo de las sobras. Después fue traicionado por su jefe y su único amigo se sacrifico por él, perdiendo lo ultimo que le quedaba en su vida. Solo quería una vida normal y sencilla...
Rato después de la discusión, Long y Denji estaban en el metro subterráneo. Denji tomaba un refrescos de una maquina expendedora y Long jugaba con unos ratones muertos.
-"Probablemente este no sea el momento de pensar en tetas".-Mientras bebía un poco, vio como un gato paso cerca a él.
El gato maulló, atrayendo la atención de Long, quien lo agarro del cuello se lo rompió.
-Asqueroso... -Desvió la mirada y continuo bebiendo.
Long sabia lo que implicaba el castigo de Quanxi, dentro de su cabeza todo era culpa de Denji, así que se le ocurrió algo.
-Sabes, a Quanxi le gustan los hombres fuertes. -Denji quedo estático. -Y esta enojada por tener tanto trabajo.
-¿Mas trabajo? No soy estúpido, no podrás engañarme con eso. -Denji continuo bebiendo. -Pero si se tratara de tocar unos pechos, haría lo que sea.
Long tardo unos minutos en responder, pensado cada una de sus palabras.
-Si le ayudamos, nos perdonara y nos dará un premio. -Respondió con confianza. -Quizás te deje tocar sus pechos.
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-!Unos asquerosos y malditos demonios! -Grito mientras aplastaba la lata de soda. -¡Molestando a la Señorita Quanxi, eso es imposible de perdonar!
-"uhm, vaya, si funciono." -Long estaba sorprendida.
-¡Como cazador de demonios, no puedo permitir eso!
-¡Si!
A pesar de ser una mentira, ella si estaba enojada con el hecho de que todo el trabajo de Makima lo tubo que hacer Quanxi, sin dejarles tiempo para "divertirse" por semanas.
