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Capítulo 02 | “También me gustan los girasoles.”
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Las ruedas del autobús paraban constantemente con el fin de esperar a todas las personas subir como en la misma manera de bajar.
Ir en transporte público es incomodidad, es un acto de supervivencia por compartir tu espacio personal con desconocidas. Un otoño acogedor empieza a deslumbrar a través del clima. Es por eso que llevaba puesto una playera de líneas horizontales azules en mezcla de blanco, su camisa holgada en tono grisáceo obscuro y pantalones ajustados.
No se podía ver mal, se sentía satisfecho por esa conjugación de ropa. Pero, el clima estaba ahora en su contra y lo peor que no desea justo ahora; es pescar algún resfriado por sus bajas defensas inmunologicas.
No quería preocupar a su madre después de todo. Ni mucho menos a la mamá de su hermano.
Suficiente tenía con su batalla diaria. No permitiría conseguir esa preocupación a sus seres queridos.
Sus botas daban pequeños golpes al ritmo de la canción, una armonía entre sus oídos con esos auriculares jalde resplandecían por el reflejo del ventanal frente suyo. Uno de sus pasatiempos era estar de pie, junto a una ventana para percibir los lugares dentro de su memoria para así no perderse, también debía prestar atención al conteo mental. Su brazo con firmeza sostenía aquel barandal, para prevenir algún accidente por esos frenos imprevistos.
Como bien describía sus días, algo normal.
Sus labios mostraban nerviosismo cada que el salía de casa hasta su curso y de este mismo hasta la florería de su hermano. No sabía cómo formular el cruel sentimiento al tener en cuenta un miedo de ser perseguido por la misma persona. Que, sus padecimientos lo sufría esa perforación en el labio que podía entretenerlo de esos pensamientos.
Con un trance tomó fue tomada por sorpresa a todos los pasajeros abordo por la inesperada detención en brusco. Todos miraban a su alrededor. Todos menos uno: Jeon Jungkook.
