𝐉𝐔𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐄𝐋 | Aki Hayakawa era como el planeta Júpiter. El planeta más grande del Sistema Solar, hecho del gas de la melancolía con un toque de desbarajuste. Enorme, devastador y, aun así, indiferentemente de que destilara una atra...
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Júpiter de Miel fue un proyecto que comencé queriendo saciar la mayor parte de mis gustos. Desde el inicio supe que tampoco iba a extenderme mucho; solo quería una historia simple que contara una parte importante en la vida de una protagonista que empezaba a experimentar el mundo adulto. Así comenzó el amor de Umiko por el licenciado; lo simple se esconde en algo tan importante como frágil.
Si me conocen un poquito, sabrán que soy una amante de la Astronomía, y suelo hacer referencias de ello en gran parte de mis historias. Mi amor surgió en algún punto poco preciso, pero recuerdo bien la emoción de haber tenido mi primer telescopio, de haber recibido clases de Astronomía en la secundaria y estar horas observando y fotografiando el cielo nocturno.
Pero acá no estuve con el propósito de tirar datos científicos. Quería confeccionar algo que mezclara la astronomía con un personaje al que desde siempre pensé que podía interesarle los astros. Hacer historias sobre personajes ajenos se resume en la percepción de cada escritor. En mi caso, me gustaba pensar que Aki observaba mucho el cielo, callado, fumando cigarrillos acompañado de un blues. Así fui creando su esencia dentro de este mundo alternativo.
En cuanto a la obra espero que, a pesar de ser tan simple y corta, les haya gustado. Quiero agradecer todos los votos y comentarios tan bonitos que estuve recibiendo. Es bonito leerlos, es bonito saber qué es lo que les hace sentir lo que escribo. También, y no menos importante, agradecer a los que estuvieron apoyando la reedición. Mis historias sufren cambios inevitables con el pasar del tiempo puesto que, a medida que aprendo cosas nuevas, trato de ir corrigiendo errores del pasado.
Mil gracias por apoyar, por leer, por simplemente existir y estar acá, en este rinconcito.
