La felicidad no dura para siempre y Hande lo supo el día en qué su padre exilió a su madre, sin razón alguna.
Años después volverá más fuerte para vengar a su madre y a sus hermanos, no importa lo que eso cueste.
- ¿La sultana aún sigue enviando a Gülbahar a los aposentos del príncipe? - Preguntó Ilknur a la sultana Hatice.
- Sí y es insoportable. - Respondió la mayor rodando sus ojos.
- ¿Sucedió algo? - Ilknur dejo de tejer para mirar a la sultana con preocupación.
- Por lo mismo de que el príncipe la rechaza llega hecha un mar de lágrimas con mi madre. - Dijo con burla en sus palabras.
- Aún así siento que algún día Süleyman...- Hizo una pausa pensado en aquellas palabras pero entonces Hatice completo la frase.
- La aceptará. - Hatice tomó la mano de su amiga para acariciarla.
- Sí, nuestra sultana Hafsa es...bueno no se rinde en lo que quiere lograr.
- Ilknur no te preocupes, eres la madre de 3 príncipes y una bella sultana, aún sí Mahidevran pasa la noche con mi hermano tu eres más poderosa que ella, por algo eres la magnífica sultana Ilknur. - Hatice sonrió.
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( . . . )
- Esta noche espero por fin entres los aposentos de mi león. - Hafsa caminaba de un lugar a otro en sus aposentos, cansada por la actitud de su hijo quien no aceptaba a otra mujer.
- Por supuesto mi sultana, ya tengo la excusa perfecta para los guardias. - Respondió Mahidevran.
- Confío en ti Gülbahar, no me decepciones.
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Horas más tarde.
- Señorita Mahidevran. - Hablo Daye a la joven la cuál rápidamente la miró. - ¿Estás lista?
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