La felicidad no dura para siempre y Hande lo supo el día en qué su padre exilió a su madre, sin razón alguna.
Años después volverá más fuerte para vengar a su madre y a sus hermanos, no importa lo que eso cueste.
— Sultana — La mayor hizo una reverencia. — es un gusto tenerla aquí.
Hande sonrió, en los últimas semanas no salía del palacio de Topkapi puesto que los príncipes la invitaban a pasar el día con ellos. Cada día se iban conociendo más y más.
Ese día fue diferente, estaba cansada, sentía su cuerpo pesado y las náuseas aumentaban por lo que aviso a los príncipes que descansaría ellos obviamente aceptaron puesto que la salud de la mujer es más importante pero, Bezmiâlem quiso acompañarla y claramente no llego al palacio de la sultana Hatice sola con ella la sultana Mihrimah solo para ver al Bey quién también pidió el día al sultán para cuidar de su esposa.
— No actúes como sí este palacio fuera tuyo.
— No lo hago sultana...conozco mis límites.
— ¿Dónde está Balı Bey? me gustaría saludarlo. — La joven preguntó con felicidad.
— Está en el jardín hablando con Nasuh Efendi. — Hande le respondio de una manera sutil.
— Iré a ver...
— No los molestes Mihrimah — Bezmiâlem hablo con seriedad. — son asuntos del imperio.
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— Está bien hermana — La joven dijo con desilusión. — iré con la sultana Hatice.
Bezmiâlem asintió mientras qué Hande intento hacer una reverencia pero el mareo que sintió en ese momento la hizo caer al suelo, las jóvenes rápidamente se agacharon.
— ¡Hande!
— ¡Señorita despierta!
— ¡Balı Bey! ¡Balı Bey! — Bezmiâlem gritó desesperada y asustada por su hermana.
Ambos hombres entraron al palacio asustados, la sultana Hatice salió de pronto también. Balı Bey se acercó a su esposa para cargarla y llevarla a sus aposentos.
— Llamen a una doctora, ¡rápido! — Hatice ordenó a sus criadas.
Cuándo llegaron a los aposentos Malkoçoğlu dejo a su esposa en la cama sentándose a su lado.
— Hande...cariño despierta — Dijo tomando la mano de su esposa para acariciarla. — vamos cielo.
Mihrimah veía está escena con celos apretaba suavemente la tela de su vestido para contenerse.
