Lisa es una idol famosa y muy reservada que busca el amor.
Jennie una repostera con una meta: entregar un pastel en la agencia YG entertainment, específicamente a Lalisa Manoban.
Las cosas se complican y Lisa termina embarrada de un pastel que sus...
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"SABOR A DOLOR"
Los sollozos de Jennie eran tan fuertes y tan desgarradores, Jisoo intentaba calmarla pero nada funcionaba, su amiga estaba muy mal, miró como comenzaba a respirar con dificultad
—Jennie, por favor respira— comenzó a hablarle mirándola desorientada por completo
—Me duele mucho Jisoo, la hubieras visto, ella....sus ojos
—Lo sé, amiga
—Pero....— otro sollozo se escuchó y Jisoo también quiso llorar.
Ella entendía a Jennie, lo sabía todo y mierda que si no quería ir a dejarle un buen golpe al manager de Lisa por hacer esto.
El motivo era ese, habían amenazado a Jennie, no solo el equipo de Lisa, la propia empresa, eran una mierda.
Se sentía impotente de no poder decir nada, y no hacer nada más que consolar a Jennie, estaba claro que ambas se amaban, se necesitaban...su relación era tan verdadera que deseo que no fuera para que este dolor no fuera tan desgarrador para ambas.
En los próximos días, Jennie hacía pasteles, atendía clientes como robot, su negocio estaba siendo productivo pero ella no se sentía así, solía ir a dormir muy temprano y dejaba a Lee a cargo, el cual ya estaba comenzó a preocuparse por su jefa, sentía que algo pasaba por su vida, quería saber pero no quería parecer un chismoso.
Jennie se dejó caer en el sofá, la copa de vino la acompañaba, comenzó a llorar otra vez, el dolor en su corazón era terrible y era por su culpa. Cerró sus ojos y los ojos de Lisa aparecieron ante ella, volvió a detallar con su mente lo hermosa que era su ex novia, la extrañaba bastante, demasiado, sus mensajes, sus besos, sus caricias y sobre todo su risa de bebé, amaba a Lisa, pero no quería que perdiera todo por lo que había luchado por ella, por amor...
Encendió la televisión, nada la distraía estos días, ni siquiera su negocio, lo que antes disfrutaba se había convertido en el constante recordatorio de Lisa, estaba en todas partes y la televisión no era la excepción, en las noticias hablaban de ella, en los comerciales estaba ella, todo era ella.
Kuma ladró hasta la televisión cuando Lisa soltó una risa, la promoción del ramen le dio igual por qué estaba volviendo a escuchar esa risa, lloró más, su pequeño fue con ella y se quedó quieto entre sus brazos. También la extrañaba.
—Está en todos lados, entonces estoy en el paraíso.
Jennie se quedó dormida en su sofá.
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