Izuku Midoriya: Punisher

6# Eraser Head

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El protagonista de cabello "pelinegro" estaba reflexionando mientras caminaba por los callejones sobre que haría a partir de ahora, deadpool ya le había enseñado de las cosas básicas de un punisher y al menos nos parecía ser un héroe de brillante sonrisa que salva a todos con ataques en voz alta.

Supuso que punisher era alguien sumamente violento y agresivo en contra de criminales, la verdad no mentiría si no admitiera que le había agarrado gusto a golpear criminales pero aún así intentaría mantenerse en un margen de solo matar a tipo muy peligrosos para la sociedad, aunque el mismo podría ser admitido como un mal para la sociedad.

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Cómo sea en cuanto llego a su base dejo su mochila en el suelo y procedió a lanzarse al colchón que tenía en una esquina, había sido un día muy agotador.

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A la mañana siguiente le estaba doliendo mucho mas sus músculos y huesos que ayer así que intentaba no hacer mucho esfuerzo, agradecía que deadpool lo había ayudado estaba seguro que no podría haber ganado contra tantos yakuzas al mismo tiempo el solo.

Cómo sea gracias a esa práctica de deadpool, se dió cuenta de varios de sus errores aunque el chico ahora mismo solo se concentraría en los que no tuvieran que ver con ejercitarse.

Mientras comía un sándwich comenzó a hacer dibujos en un cuaderno mientras pensaba en los golpes más probables que el podría recibir en luchas, después de todo si quería ser un justiciero debía estar vivo.

Ahora la verdadera pregunta era ¿Como conseguiría un traje asi?

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En la noche...

Nuestro justiciero en aprendizaje estaba caminando entre los callejones con un objetivo en concreto, un nuevo bar a 20 minutos de su base a pie.

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Ya había llegado a su objetivo, no estaba aquí por la cerveza o por algo del bar, si no que había venido en realidad por el dueño del lugar.

Entro y al instante el dueño se volteo - Lo siento ya íbamos a ce- AHH!! !Eres tu¡ - el hombre era nada más ni das menos que el mafioso americano retirado, había reconocido al chico por el traje.

- !Te arrepentiste de dejarme vivir¡ No me mates por favor yo... Debo manten- - el hombre se había agachado detrás del mostrador.

- No vengo a matarte... - el pelinegro hablo

- !Oh¡ Que alivio... Espera entonces que haces aqui, si es por cerveza lamento decir que ya se me acabó... -