Cuarto

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El tiempo es cruel y rápido, pues en un suspiro puede haberse acabado tu vida, como también puede estar abriendo paso a  nuevas.

El mundo no se detiene porque creas que te derrumbes solo, al final, todos siguen sus vidas como si no existieras, y es que, lo pequeño que somos al lado del universo entero nos demuestra que somos tan insignificantes, encontrando valor en cosas pequeñas, sean materiales o sentimentales.

Medio año... había pasado exactamente medio año desde la última vez que pudo observar el brillo alegre de los ojos de su amado, y las cosas iban de mal en peor.

Se dió cuenta de que esas pequeñas cosas en las cuales se refugiaba en sus días malos eran aquellas caricias llenas de sentimientos que le eran dadas cada noche por aquél hombre que amaba más que a nadie. Aquellas qué, sin importar cuán cansados estuviesen por el día, siempre estaban ahí, en busca de consuelo mutuo.

A sus familiares les dolía ver al chico tan destruido, yendo cada día al hospital en espera de una señal que le dijese qué su amado va a despertar.

¿Estaban preocupados? Sí, lo estaban, pues ver cómo poco a poco la excelente presentación personal del chico se iba derrumbando cada día más les dolía, porque este había sido integrado a la familia Jeon como uno más de ellos, después de todo, se supone que él debió ser su esposo.

De nuevo, en aquél día, donde apenas el sol matutino lograba colarse por las ventanas de la habitación, Kim Taehyung ya se encontraba observando a él lindo chico que reposaba en la camilla

- Hey, hola, cariño -Habló con cautela, casi con miedo a que el hombre frente a él despertara, cuando se supone que eso era lo que más quería en esos momentos- Estaba pensando en pintar mi cabello.  ¿Recuerdas aquella conversación que tuvimos semanas antes de... -tragó saliva, evitando llorar- lo que sucedió -Susurró, tomando un tiempo para después continuar hablando- He pensado mucho en ello, ¿crees que se vería bien el color azul? -Miró por unos minutos cortos al frente, aunque parecieron ser horas-. Aún no sé cuándo despertarás, los doctores dicen que pueden ser meses o años, y solo hacen que me sienta peor...

Así continuó la mañana, y supo que llegaba a su fin cuando aquella enfermera le miró con lástima y una sonrisa dolida, avisando que ya era hora de que descansara.

Salió de la habitación, caminando por los pasillos de aquel tétrico hospital, si bien nunca fue fan de estos lugares, mucho menos ahora, quién era su amado quién luchaba contra la muerte

Iba tan concentrado en sus pensamientos que solo pudo pisar tierra cuando sintió un empujón en su hombro, disculpándose de manera inmediata

- Oh por Dios, lo siento -Miró al rubio que, de igual forma, también iba distraído, logrando así que perdiera el equilibrio en el empujón que se dieron al chocar sus cuerpos

- No, está bien -Sonrió, aunque su rostro se veía tan demacrado que no pudo confiar en la triste sonrisa que se le era otorgada

Las ojeras eran notables en la pálida piel, y sus labios resecos que eran mordidos constantemente en busca de calmar su ansiedad le habían ver mucho peor, sus ropas estaban desordenadas al igual que su cabello, y el muy poco notable olor agrio que golpeó sus fosas nasales le indicaban que aquel aspecto tan deplorable era de falta de sueño (quizás también un baño), lo que le llevó a pronunciar las siguientes palabras:

- ¿Estás bien?

Gracias Por Leer · ✧

Es corto porque es un maratón, pero los demás capítulos tendrán más palabras

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Maratón [1/?]

『Sean Felices 』

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Bye! ☀️

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