Chapter 11

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“Child”

Se encontraba vendando el brazo de un herido cerca de un bosque, después de haber atacado a otro campamento Lannister, ella y algunos curanderos comenzaron a recorrer el campamento buscando soldados vivos a los que cuidar

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Se encontraba vendando el brazo de un herido cerca de un bosque, después de haber atacado a otro campamento Lannister, ella y algunos curanderos comenzaron a recorrer el campamento buscando soldados vivos a los que cuidar. Así que allí estaba, vendando las heridas de un hombre al cual le había hecho un gran corte en el brazo que necesito coser.
Estaba tan concentrada en su acción que no se dio cuenta que estaba siendo observada a sus espaldas desde lo profundo del bosque, al menos no lo hizo hasta que la voz de un niño la llamó.

— Mujer de nieve.

Rápidamente se volteó a ver al niño con prendas hechas de pieles que cubrían su cuerpo del frío, algo extrañada noto que no se trataba de un niño cualquiera sino que parecía ser un salvaje. Su cabello era negro y estaba trenzado en algunas partes, decorado con plumas marrones con puntos blancos, de lo que supuso era una lechuza del norte. Su piel pálida como la nieve, ojos verdes profundos y rostro estaba serio,  pudo ver una pequeña cicatriz en su mentón, lucía feroz como un animal salvaje. Vestía de pieles blancas y oscuras, las blancas estaban mucho más desgastadas que las de colores oscuros, las puntadas de estas últimas estaban chicas, supuso que pronto se le abrirían las costuras.

Dejo al hombre recostado en el suelo, había sido sedado con leche de amapola y se durmió mientras ella terminaba de vendarlo, no había peligro para él ya que las hermanas silenciosas estaban cerca. Se limpió las manos y se acercó cuidadosamente al niño, mirando a todos lados, expectante.

— Pequeño… ¿Qué haces al sur de la muralla? ¿Estás solo? — lo miró sin entender.

— Necesito ayuda. — pidió el niño, quien no se veía más grande que Rickon, su vista verde se posó en el hombre que acababa de curar. — Mujer de nieve, cura heridas. — respondió torpemente en lengua común.

— ¿Estás herido? Si alguien más te ve te matarán. — se preocupó por la seguridad del niño.

— No yo.

El niño la tomó de la mano y comenzó a arrastrar la dentro del bosque, mientras ella lo seguía apoyando su mano libre en el puño de su espada. Miro a todos lados, esperando no ser atacada por salvajes o enemigos, sin dejar de seguir al niño algo confundida, casi tropezando con sus propios pies por lo rápido que el menor se desplazaba por la tierra húmeda.

No sabe exactamente cuánto tiempo el pequeño de cabello negro la arrastró hasta lo profundo del bosque pero al llegar se encontró con un campamento de carpas hechas de ramas y mantas de cuero duro, blanco y peludo de algún animal que no conocía pero que seguramente era del norte de la muralla. Los salvajes estaban sentados alrededor de una fogata, algunos comían lo que dedujo era carne seca y otros afilaban sus armas, parecían intranquilos. Todos de rostro duro, sucios y de apariencia dejada, cabellos enredados en trenzas o corto, pero algunos decorados con hojas o plumas, le recordaron a Osha y los salvajes que mataron en Winterfell.
Ella piso una rama al ser arrastrada por el niño y el ruido alertó a los extraños, quienes al verla se levantaron todos de sus lugares y la apuntaron con sus armas.

Prophecy [GOT]Where stories live. Discover now