Un buen estilo.

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Los botones se apretaban rápidamente acordé a los dedos de Lou, no le interesaba ver hacia otro lado que no fuera la gran pantalla que tenía enfrente, cambiando códigos y diseños para tener al muñeco perfecto finalmente hecho.

Le era llamativa la idea de presenciar en mano propia como haría de los muñecos, mejores diseños de lo que pudieron haber sido, sonreía con una mirada tranquila mientras movía sus dedos, al terminar de teclear, apretó un botón rojo haciendo que la pantalla comenzará a cargar y a procesar todo los cambios hechos dentro de la misma.

Era hora de un gran cambio.

Después de hacer tal "mejora", caminó hacia afuera de aquella sala en dónde se encontraba hasta llegar nuevamente al instituto, al pasar por ahí se encontró con que varias casas estaban siendo remodeladas y tenían un estilo más limpio que antes, algunos muñecos se encontraban amontonados en una esquina, aquellos muñecos serían mandados a la nueva producción de reciclaje.

Lo malo de esto, es que algunos de esos muñecos se encontraban sin un suspiro que dar, mientras que otros pedían a gritos que los sacarán de los montones de restos que tenían encima, todo por ayudar a uglydolls que no significarían nada de ahora en adelante. Al seguir el paso, llegó hasta su mansión la cual a su vista era encantadora, mientras que para otros era tétrica, dentro de esta, no había ruido, no había paz y mucho menos una sensación de felicidad.

Esto a Lou le parecía exquisito, sentir el pánico de los demás al notar su presencia era algo que lo mantenía con una sonrisa en su rostro, se tomó pos los hombros y miró hacia arriba con los ojos cerrados, sonrió y tomó aire encantado por la sensación que sentía en aquel preciso instante.

Al regresar a su postura normal, miró de reojo una puerta y se dirigió a esta tranquilamente, la abrió y entro dentro de la sala que se encontraba totalmente oscura, sin ruido, encendió la luz y al prenderse, una tonalidad naranja alumbró levemente la sala, dejando ver a tres muñecas amarradas a un tubo que las mantenía alejadas del piso. Su vestimenta ya no era un uniforme, sino que un diseño completamente aborrecible ante la vista de las tres muñecas.

La primera que era Lydia, traía un suéter hecho de lo que había Sido alguna vez en su momento Suertudo, de las mangas relucían sus pequeñas alas y en el centro se notaba su nariz, la textura era simple pero la sensación de tener aquello puesto la hacia experimentar un horror por todo el cuerpo. Kitty que era la segunda, se retorcía sintiendo la tela en su cuello, ella traía una bufanda y un pantalón largo hecho con la tela que restaba de Baboo, ella por suerte no sabía que había ocurrido con los restos de este mismo, pero su color no le agradaba y mucho menos traerlo puesto, era asqueroso y la hacía sentir sucia.

Sandy por otro lado, temblaba, ella tenía puesto un uniforme nuevo, hecho con la tela que pertenecía a un pulpo de peluche, era un uniforme llamativo que si hubiera sido creado con otras telas, se lo habría puesto sin dudarlo pero en ese momento se trataba de los restos de un muñeco como los que intentaron revelarse. Temblaba al sentir el contacto con aquella prenda y no dejaba de hacer caer lágrimas de sus ojos, sin mirar hacia enfrente que se encontraba Lou sonriendo.

K: ¡Quitanos esto! - se retorció exclamando mientras miraba hacia Lou que se acercaba a Sandy, ignorando por completo el grito de Kitty.

L: ¿Ocurre algo? - susurró cerca de la muñeca temblorosa, que solamente se mordió el labio esperando a que se alejara - Este uniforme lo diseñe solo para ti, Sandy... Me decepciona que no te guste - hizo un puchero y tomó el rostro de Sandy que se encontraba mirando hacia abajo, sin dirigirle nada a Lou - Dame una sonrisa - sonrió cínicamente observando los ojos llorosos de la muñeca que no paraban de dejar caer lágrimas, y su cuerpo comenzó a temblar cada vez más y más.

L: ¡Déjala en paz! - Lydia trató de moverse hacia él, pero las ataduras en sus muñecas le impedían hacerlo, por otro lado Sandy comenzó a forzar una sonrisa en su rostro que mostraba más su miedo hacia Lou que una felicidad que cualquiera esperaría.

Lou soltó el rostro de Sandy, dejando así ver su sonrisa más falsa que pudo haber dado, tenía miedo.

Mucho miedo.

Solo quería que se fuera, sonrió forzadamente sin quitar su vista de él, apesar de que no quería verlo, Lou sonrió con una sonrisa que paralizó a las tres y se dió la vuelta.

Dejándolas nuevamente en esa oscuridad de aquella sala, preguntándose cuando acabaría todo y regresarían a lo que fue en un inicio.

Comenzaron a escucharse llantos.

Que ya no solo eran de una sola muñeca, sino de otras 4, que tenían miedo de enfrentarse a la realidad que estaban en aquel momento.

.•Yo Gano•. (Creepypasta Uglydolls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora