Capítulo 53 parte II

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KYLE


Una vez que llegamos a mi casa, me sorprendo al ver que no hay nadie. No esperaba de todas formas un gran recibimiento, pero al menos creía que estaría mamá o Hailey. Y al parecer ninguna de las dos está aquí.

Son las cuatro de la tarde, y de lo más bien Hailey podría estar en clases o en casa de alguna amiga y mamá... pudo haber salido de compras.

Al menos dispondré de tiempo antes de soltarles la gran bomba.

-Es muy bonita tu casa.-Dice Madie a mi lado, observando a su alrededor.

Sólo hay a la vista unos sillones con tapizados de flores y una televisión al medio. Desde que mis padres se separaron, mamá es libre de decorar la casa como a ella le guste y eso se nota enseguida. Tanto las cortinas como los sillones están llenos de flores.

-Creo que podríamos ir a mi habitación por mientras, es obvio que no hay nadie y podremos dejar nuestras cosas ahí y descansar un poco.

-¿Eso quiere decir que dormiré contigo?

-Me encantaría tenerte como compañera, pero si no quieres hay una habitación de invitados. Vamos.-La tomo de la mano y la guío camino a las escaleras

Y justo cuando vamos pasando por fuera de una de las habitaciones me parece escuchar un ruido y lo primero que se me viene a la cabeza es que hay ladrones.

-¿Escuchaste eso?-Le pregunto a Madie para estar seguro y que no es una paranoia mía.

-Sí, lo escuché también. Sonó como si algo se cayera.-Dice acercándose más a mí

-Iré a ver.-Digo armándome de valor, pero antes de acercarme más a la puerta tomo un jarrón que había en una repisa para tener algo con lo que poder defenderme.-Quédate aquí, ¿sí? No sabemos quien pueda estar del otro lado.

Cuento hasta tres mentalmente y sin darle más tiempo al ladrón, abro la puerta lo más rápido que puedo listo con el jarrón en la mano para lanzarselo en la cabeza, pero al observar el escenario que se desarrolla frente a mí, desearía no haberlo abierto la puerta. 

 Casi hubiera preferido a un ladrón.

-¡Hailey!-Exclamo para llamar su atención

Ella enseguida deja de besarse y restregarse con quien sea este tipo y se queda congelada unos segundos. Está claro que ellos deben de haber provocado ese ruido al intentar desnudarse el uno al otro y tuvieron que haber tirado algo al piso. 

-¿Quién eres tú?-Me pregunta el desconocido y luego se dirige a Hailey.-Dijiste que no habría nadie en tu casa.-Dice el chico incorporándose de la cama y dejando muy poco a la imaginación. Es demasiada piel a la vista.  

¿Qué hice para merecer esto? 

-¿Qué haces aquí?-Me reclama Hailey vistiéndose lo más rápido que puede dandome la espalda para ahorrarme el tener que verla semidesnuda.

Ah, qué bonito. Vengo de visita sorpresa y la encuentro casi desnuda con un chico que ni conozco y encima tiene el descaro de reclamarme.

-Vine a verlos de sorpresa, aunque debo decir que el sorpendido fui yo. No sabía que tenías novio. Y creí que eran ladrones, pudes haberles tirado este jarrón en la cabeza.

-No estamos saliendo.-Responden ambos prácticamente al mismo tiempo.

-¿Quién es él Hailey?-Pregunta el amante del exhibicionismo

Baila conmigoWhere stories live. Discover now