Acróstico (Sterek)

Prólogo

Stiles se acurrucó en una esquina, las alas blancas rodeaban su pequeño cuerpo, como si él mismo se escondiera del mundo, era exactamente lo que estaba tratando de hacer.

Él sabía que la había embarrado un montón, tal vez incluso demasiado esta vez. Siempre había sido un fracaso de ángel, ese hecho había sido conocido por todos la primera vez que el chico había tratado de hacer un milagro y terminó quemando México en su lugar.

Eso no había sido un día muy bonito

Stiles se estremeció, pensando en el pasado. La peste negra, el terremoto de San Francisco, la Gran Pandemia de la Gripe Española, el incendio en Chicago, el naufragio del Titanic, COVID 19. Todos los eventos que Stiles había causado accidentalmente mientras él había estado tratando de compartir un poco de alegría milagrosa con la Tierra.

— Cuando se trata de ángeles, tengo que ser el peor — Murmuró para sí mismo, cruzando sus piernas más cerca de su pecho, tratando de enterrase.

No era como si fuera completamente su culpa. Él era un chico torpe. Incluso con sus alas, se tropezaba  más de una vez al día. Él siempre estaba dejando caer las cosas, tropezando con los demás, y ahora... bueno ahora.

Había cometido el error más grande hasta la fecha.

El sonido del aleteo de alas llenó los oídos de Stiles y el ángel se encogió aún más, intentando en vano hacerse ovillo a sí mismo con más fuerza, una bola más pequeña.

— Stiles — Susurró una voz conocida. El ángel levanto la cabeza de la que estaba escondido y vio la mirada angustiada de su mejor amigo Scott, él le devolvió la mirada.

Scott era el ángel modelo, la apariencia perfectamente inocente. Con esa sonrisa asesina, amable, con una voz increíble y una habilidad natural para hacer milagros. ¿Por qué había decidido hacerse amigo de un perdedor desajustado como él?, aún desconcertaba al ángel de cabello castaño.

— Scott — Stiles susurro, con las lágrimas brillando en sus grandes ojos.

Scott inmediatamente voló hacia su mejor amigo y lo envolvió en un fuerte abrazo.

— Oh Stiles, ¿Qué hiciste? — Scott le preguntó, sacudiendo la cabeza. Stiles siempre había sido un loco, y Scott lo amaba por eso. Sin embargo, esta vez fue un poco diferente que todas las demás.

— ¡Scott, no fue mi intención! Sólo estaba tratando de difundir un poco de alegría navideña a la gente en la Tierra — Dijo Stiles rápidamente — Sé que se supone que no debo hacer más milagros, pero había tanta gente que se veía tan triste, y yo quería animarlos, y...

— Stiles, Scott.

Una voz grave y retumbante interrumpió el alegato de Stiles. Tragando profundamente, los ángeles se dieron la vuelta para ver la figura del ángel principal.

Stiles se encogió aún más y las alas de Scott inconscientemente se movieron para cubrir a su amigo.

El ángel principal Peter, había visto muchos desastres en su tiempo, la mayoría de ellos tenían que ver con Stiles. Sin embargo, nunca antes el ángel había esperado despertarse con la vista del portal, en todo su esplendor perlado, tirada en ruinas en su base.

El símbolo más emblemático de todos los cielos estaba destruido ahora, y Peter tenía una buena idea de quién estaba detrás de ello.

— P-eter — Scott tartamudeo, su ya alta voz chillona subiendo otras dos octavas. Stiles intentó lo más duro por ocultar todas sus partes detrás de su mejor amigo, mentalmente maldiciendo a Scott por ser tan pequeño como él.