Cap. 16-Querido Kunigami.

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–¡Ya me voy, hermana! –abrí la puerta mientras esperaba su respuesta.

–¡Bien! –Asomó su cara por una de las puertas del pasillo– Asegúrate de volver antes de que mamá llegue, dice que quiere verte pero llega en la noche.

–No te preocupes, volveré antes que ella.

–Cuidate, Hyouma.

–Adiós.

Cerré la puerta a mis espaldas y empeze a caminar.

Querido Kunigami:

Nunca he escrito una carta, es algo nuevo para mí. Solo lo hacía en las clases de japonés, esas que me contaste que odiabas tanto. Pero en esta ocasión quize escribir una; me pareció la mejor manera de contarte un par de cosas.

Primero, tengo buenas noticias: No sólo logré tener buenos resultados en las audiciones, ¡También pude ser parte de los Once de Blue Lock! Me hizo feliz haber podido jugar dando lo mejor de mi desde el principio. Y más encima...¡Ganamos el partido! ¡Logramos vencer a la Sub-20 y a esa basura de persona de Shindou!

En verdad lo odio, después de lo que te hizo no puedo sentir más que desprecio hacía el. ¡Así que debo admitir que en verdad me emocionó la victoria!

Aun que...por desgracia no pude jugar todo el partido.

No te preocupes, no fue por mi rodilla, la estoy cuidando al máximo y está en excelentes condiciones, eso pasó por que no tube la resistencia suficiente para poder correr todo el partido.

Una vez llegué a la estación me senté un rato para esperar el metro. No tardó mucho en llegar así que en cuanto lo hizo me subí y senté en medio del bagón. No había mucha gente, era algo tarde pero el sol aun estaba arriba, comi estabamos en invierno llevaba un suéter de lana.

Dirigí mi visita a la ventana a mis espaldas y me pasé viendo por allí todo el camino.

Me pregunto si estuviste ahí. Quizás no, pero una parte de mi espera que sí.

¿Sabes algo? Nunca dejé de pensar en tí desde que te fuiste...pero eso lo explicaré más adelante.

Segunda buena noticia: después del partido contra la Sub-20 nos permitieron dos semanas de descanso.

Finalmente nos devolvieron nuestros teléfonos y pudimos ir a nuestras casas.

Por supuesto que me alegré por ello y me alivió saber que podría dormir en mi cama nuevamente...pero me di cuenta de que nunca obtuve tu número.

Hace unos días salí con los chicos. Fue genial el haber podido salir todos juntos sin esa aura de rivalidad mutua. En verdad que lo fue pero...no era lo mismo sin tí.

Me hubiese gustado tener tu número y haber podido llamarte, por desgracia el destino no es tan amable a veces. Tuve la suerte de conocerte pero no duró tanto como me hubiese gustado.

Había sido un viaje algo largo, después de todo me había dirigido a una playa de Tokio, una en la que no había mucha gente.

Caminé un poco, sintiendo como el aire movía los cabellos que tenía atados en una coleta.

El destino a veces puede ser amable y cruel a la vez, ¿no creés?

Te Convertiste En Mi HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora