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Me desperté por una llamada entrante, era Mónica, y no era la primera llamada, había 10 perdidas.

No me habría asustado sino fuera porque Mónica es de las que llaman como mucho dos veces. Ver todas esas llamadas perdidas me hizo resucitar de una forma que me habría venido bien en la universidad.

Estuve apunto de descolgar, pero la llamada se cortó antes, traté de volver a ponerme en contacto con ella varias veces, pero no había forma, los mensajes tampoco los leía.

Llamé a mi madre pero no sabían nada, Alma tampoco respondía y un mal presentimiento se me enredado en el corazón con angustia.

Tenía algo claro.

Había pasado algo malo. Terrible.

Hice mi excursión planeada para este día, pero sin dejar de mirar el móvil, llamar y escribir. Al final, cuando salí del museo más triste del mundo, el del holocausto. Necesitaba ir para tener un choque de realidad histórica, porque muchas veces pareces que no asimilamos los sucesos hasta que los tenemos delante.

Al salir me dejó una mala sensación, sentí escalofrío en cada pasillo hasta la salida. 

Pasadas algunas horas, cuando ya asimilé y acepté lo que acababa de ver llamé a Ethan, aún con el mal presentimiento en mi cuerpo, tardó en descolgar, pero cuando lo hizo casi me ponía a llorar.

-¿Irina?-Dijo algo preocupado.-Ya sé que me extrañas pero deberías disfrutar.

-¿Ha pasado algo que debería saber?

Se mantuvo en silencio unos segundos, pensando.

-No que yo sepa.-Dijo al fin.

-¿Nada que te haya dicho Theodoro?-Insistí.

-Me estás preocupando.-Noté que se levantaba de algún sitio.-¿Ha pasado algo?

-Esta mañana tenía demasiadas llamadas perdidas de Mónica y ahora no me responde a las llamadas ni mensajes, tampoco Alma.-Mi voz sonaba altera y nerviosa.

-Joder, puedo preguntarle a Theo, a ver si me entero de algo.-Momento de silencio que me hizo sentir peor.-Te llamaré para decirte lo que sepa.

-Vale, gracias.-Me sentí más tranquila de momento al saber que pronto tendré información.

Nos despedimos antes de colgar y expulsé todo el aire de mis pulmones, no quería llamar a Benjamín, estaba terriblemente enfadada con él.

El día transcurrió normal, excepto por mi ánimo medio lúgubre, atenta a cualquier mensaje o llamada que no llegaba.

Decidí prepararme para la fiesta y así no pensar tanto en lo que estaba pasando. Había compartido algunos mensajes con Benno sobre la hora y el lugar.

Me puse un vestido bastante corto, unos tacones, me planché el cabello rubio y me hice un maquillaje bastante bonito que me favorecía.

Como me sobraba tiempo me senté en la cama intentando contactar con mis amigos, pero esta vez ni Ethan me respondía.

Solté el móvil justo cuando comenzó a llamar, salté encima de la cama agarrándolo pero todo el entusiasmo se me bajó al ver que era Benno para decirme que había llegado ya.

Bajé sin ánimos para ir de fiesta, pero ver lo guapo que estaba Benno me hizo olvidarme un poco de todo. Santo Dios, hermoso nórdico.

Me subí en el coche con él y nos dimos dos besos como si no nos hubiéramos comido hasta los pecados.

La educación hace al humano.

Así es.

-¿Todo bien?-Dijo comenzando a conducir.

Cloud 2 (COMPLETA Y EDITANDO)Where stories live. Discover now