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Disculpen las tardanzas, he empezado las clases y por ellos me está costando más encontrar tiempo. 

Gracias por la compresión y espero que los disfruten :)


Los días pasaron como una brisa de verano fresca y  agradable, gracias a Salvatore, que me estuvo acompañando en mis estupideces.

Como la estupidez de momento: Ir a limpiar a burros.

Sí, limpiar a burros, así es Irina Mongómery en un ataque de productividad.

Nada más entrar en el establo el fuerte olor nos golpeó y mi amigo pelirrojo no disimulo la cara asco.

–¿Cómo se dice que huele mal en italiano?–Pregunté en un tono bajo mientras caminábamos.

–Ha un cattivo odore.–Respondió en mi mismo tono bajo.

–Grazie.–Dije sonriente.

Llegamos donde un caballero nos esperaba para mostrarnos al burro que deberíamos limpiar, estaba sonriendo divertido con su mostacho canoso. Debemos ser los únicos locos que le han perdido lavar uno de sus burros.

Habló en italiano y yo no entendí ni madres.

–Está preguntando que nos parece.–Me tradujo mi amigo pelirrojo.

–Ah, ha un cattivo adore.–Dije con orgullo.

–Odore.–Me corrigió Salvatore y fruncí los labios.

El caballero se río y nos presentó el burro, que me dediqué a acariciar mientras ellos dos hablaban en su idioma.

Salvatore volvió conmigo, tenía una pequeña sonrisa en los labios.

–Se parece un poco a ti.–Me soltó tan tranquilo como siempre y me giré para mirarlo.–Burra.

Le pisé el pie con mi agresividad más sana y natural que pude.

–Ragazzi.–Ambos nos giramos para mirar al señor que tenía los ojos en nosotros con algo de curiosidad.

Levantó los cubos llenos de cosas que necesitaríamos, acto seguido, nos lo puso cerca y se marchó antes de mirarnos como su fuéramos dos locos.

No se fue muy lejos, lo suficiente para darnos privacidad.

–Por eso no tienes novia.–Le eché en cara por llamarme burra y agarré el cepillo y las cosas del cubo para dejarlo vacío.

–¿Por eso o porque tal vez...me gustan con más...barba?–Estaba algo sonrojado mientras me imitaba sacando las cosas del cubo.

Lo miré atenta entrecerrando los ojos, como si estuviera pensando.

–Definitivamente es por lo de burra.–Bromeé y me tiró un trapo.

–¡Oye!–Lo agarré del suelo.–Ragazzi.

–Ni siquiera sabes que significa.–Comenzó a cepillar al animal sin mirarme.

–Sea lo que sea.–Moví la mano quitándole importancia y comencé a cepillar también al animal que parecía estar disfrutando.–¿Qué significa?

Pude ver como fruncía los labios reteniendo una sonrisa y me lanzó miradas de reojo.

–Chicos, en plural.–Aclaró.

–Pues...pues.–Pensé a toda velocidad.–¿Sabes lo que te digo?

–¿Qué me dices?

–¡Bambino!–Grité divertida y me tiró el cubo haciendo que vuelva a gritar.–¡No!

Cloud 2 (COMPLETA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora