Una cucharada de perfección

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La tienda olía a lavandas y rosas, llevaba esperando quince minutos a que mi madre me dejara salir, ella parecía más interesada en que la tienda se viera  perfecta, decoró un par de estanterías antes de decirme para salir.

En el coche el ambiente era silencioso, no puso la radio, ni me dejo a mi ponerla o hablar con ella, estaba seria, en ese momento no entendí que estaba pasando, "Quizá las otras madres le dijeron algo sobre mi ayer en la reunión" fue lo primero que pensé, y no estaba desencaminada, pero eso no lo supe hasta tiempo después. El coche llego al centro comercial, dónde mi madre me indicó el camino hasta una tienda de deportes, pensé que finalmente me había hecho caso con lo del tenis, seguro papá la había convencido ya que el juega tenis.

Cuando iba hacia el pasillo de las raquetas mi madre me agarró el brazo.

-No venimos a por eso.

Me arrastró hacia el pasillo de baile, donde había un montón de tutús y zapatillas para ballet, había maillots rosas y negros, calentadores, bolsas etc. Mi madre agarró dos maillots rosas, uno que parecía traer una falda de seda y otro liso, dos pares de zapatillas y un par de calentadores para cada uno, tutús, otra falda de seda larga y una bolsa deportiva. Mentiría si dijera que no sabia lo que pretendía, lo entendí al entrar en ese pasillo, pero no quería admitirlo.

-Para quien es todo eso?

- Para tí, no querías practicar deporte? El ballet es perfecto para ti. 

- Yo quería tenis, papá juega tenis.

-El ballet es mejor te gustara, Ayra va a ir a ballet.

Yo nunca ganaba las discusiones con mi madre, así que trate de concienciarme de que si iba Ayra iba a ser divertido, aunque realmente no sabía como hablar con ella ya que siempre me la presentaron como mi mejor amiga. 

Ese día mi madre cocinó pollo asado con arroz, las compras las dejo en el sofá para enseñárselas a mi padre, limpió la casa y me ignoró el resto del día, mi padre llego de buen humor del trabajo y se sorprendió por el aspecto y aroma de la casa, se dio cuenta enseguida de que mi madre quería algo, pero parecía dispuesto a consentirla un poco. Cosa que era una desventaja para mi ya que siempre trataba de conseguir logros través de mi.

Esa noche también decidieron acerca de mi colegio, tan solo iba a 2ndo de primaria pero parecían interesados en que tuviera buenas notas, sobretodo mi madre quien propuso un tutor privado, yo ya iba a una escuela privada y sabia que todo eso suponía un gasto, varías compañeras parecían preocuparse por la situación económica de sus padres frente a estos hechos, pero mis padres nunca tuvieron problemas con el dinero. Ellos eran perfectos...Dentro de lo que cabe. 

De puntillas hasta SangrarWhere stories live. Discover now