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Ser despertado mientras duermes no es algo del agrado de ninguno, sin excepción; y menos un sábado a las seis de la mañana.

Luego de un para nada agradable grito de su mejor amigo Taehyung por poco cae de su cama, se levanto de un brinco y volvió a hundir su cara en la almohada tratando de huir inutilmente de la luz encendida.

Tenia lagañas, rastros de baba seca, el cabello revuelto y una pijama que ni siquiera iba a juego.

Si de amigos se trataba, realmente no era muy importante su presentación personal, y más teniendo en cuenta que se han visto en situaciones peores; pero si la persona que te gusta lamentablemente hace parte de tus amigos definitivamente no seria del todo bueno, de hecho, no seria para nada bueno.

Pero para Taehyung las cosas suelen salirle al revés.

Quito la cabeza de la almohada cuando el aire le hizo falta y parpadeo un par de veces para acostumbrarse a la luz. Giro la cabeza con confusión buscando los responsables, no lucia para nada preocupado cuando su departamento había sido invadido por posibles extraños.

Pero no, Jimin, Namjoon y Jungkook estaban parados en el centro de la habitación con una sonrisa mas grande que sus caras.

Los cuatro se conocieron a lo largo de el ciclo escolar. Jimin y Taehyung fueron los primeros en conocerse cuando estaban en cuarto de primaria, luego llego Jungkook en sexto y por último Namjoon se unió a el grupo en noveno.

Su amistad fue tan unida que a pesar de terminar el colegio siguieron en contacto, como resultado su amistad no se termino y continuaron siendo los mejores y mas intimos amigos que tenían, aunque aveces tal vez un poco insoportables.

—¿Que demonios hacen aquí? —murmuro tallándose los ojos.

—¡Vamos a pasar fin de semana en mi finca! —dijo Jimin alzando sus brazos con emoción.

—Haberme avisado con anticipación no hubiera estado nada mal —rodó los ojos cuando se rieron.

Se levante a la vez que los otros tres se acostaban en la cama. Organizo una maleta rápidamente y se metió en el baño para arreglarse.

[...]

Después de veinte minutos de camino llegaron a la finca de Jimin en el auto que los padres de Namjoon les habían prestado.

Era una propiedad grande, bonita y acogedora, tenía una pisina mediana, una casa sencilla de dos pisos y también una gran zona verde. Era parte de un conjunto de fincas cerrado con amables vecinos que vivían ahí y otros que simplemente iban a respirar aire fresco de vez en cuando.

Bajaron las maletas del auto y las dejaron en la sala sin preocuparse por organizarlas. Llevaban bastante tiempo sin visitar la casa, además de Jimin que era el dueño, así que el mismo se ofreció para darles un pequeño tour y enseñarles algunos cambios que se habían hecho.

Era un espacio abierto en donde se podía ver todo desde cualquier lugar, la cocina tenía una isla con tres asientos y atrás de esta frente a el pasillo el comedor de cuatro puestos, a el otro lado del pasillo se encontraba la sala con un televisor y un gran ventanal que alumbraba todo el lugar con vista a la piscina.

Subiendo las escaleras salieron a un pasillo completamente abalconado, decorado con plantas colgantes y un par de sofás pegados a la pared. Las puertas de las tres habitaciones y el baño daban a el pasillo, y del otro lado de la baranda, un piso más abajo estaba la pisina.

La piscina era rectangular y estaba unida a un pequeño jacuzzi por una de las esquinas. Tenía una caseta con sillas playeras, un bar y una parrilla.

—Y eso es todo —dijo Jimin acostándose en una de las sillas frente a la pisina siendo imitado por Namjoom.

 Axiomático ☆ KookvOnde histórias criam vida. Descubra agora