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Abrirse a la posibilidad de que Jungkook no lo viera solo un amigo le resultaba increíble, pues se había acostumbrado a los tratos del mayor y lo veía como algo normal; pero escucharlo desde otra perspectiva le hizo darse cuenta de que tal vez, solo tal vez, si había algo que no estaba viendo.

Estaban caminando de regreso luego de que terminaran de comerse todas las moras que habían recolectado en el estanque.

Mientras Jimin caminaba consigo en silencio Jungkook y Namjoon iban adelante mientras reían y se empujaban suavemente. Namjoon solto un chiste al que no le presto demasiada atención pero hizo reír a Jimin y el mayor de todos recibió un coscorrón de parte de Jungkook.

Definitivamente Jungkook no le pegaría un coscorrón a él o por lo menos que recordara no lo había hecho últimamente, sin embargo Jimin si había recibido uno la semana pasada luego de burlarse varios minutos de una palabra mal pronunciada por Jungkook.

—¿En que piensas Tae? —Pregunto Jungkook acercándose a él, pasando un brazo por sus hombros.

—Cosas bobas... —le regalo una sonrisa y el contrario siguió caminando así junto a él por el resto de camino.

Cuando llegaron a la casa se sentaron a hablar planeando una parrillada rapida sin mucha ciencia.

Namjoon y Jungkook salieron en el auto para ir a el pueblo que quedaba a pocos kilómetros de la finca a comprar la carne y otras cosas que habían acordado para hacer una parrillada.

Afortunadamente tenían carbón guardado en una de las alacenas de la cocina así que mientras los otros dos iban a comprar la carne Taehyung y Jimin se encargaban de prender el carbón —cosa que les resultaba bastante dificil— y de organizar los condimentos y las cosas que podían adelantar.

En menos de media hora Jungkook y Namjoon volvieron con maduros, carne, papa y otras cosas para completar.

Jimin y Taehyung se dedicaron a condimentar la carne y empezar a asarla mientras Jungkook hacía guacamole y Namjoon cocinaba las papas y pelaba los maduros para llevarlos a asar.

Cuando ambos terminaron fueron a cambiarse y salieron a el jardín con la pantaloneta de baño y el guacamole y maduro en manos.

Jimin y Taehyung estaban sentados en las sillas vigilando las carnes de reojo cuando visualizaron a el otro par.

Aunque ambos tenían un físico envidiable y completamente atrayente, toda la atención de Taehyung se la llevó Jungkook.

El sol de la tarde iluminaba su blanca piel mientras caminaba hasta ellos con el plato de maduros. Solo tenía una pantaloneta negra dejando a la vista su torso perfectamente marcado y su brazo lleno de tatuajes haciendo a Taehyung capaz de tener un orgasmo ahí mismo.

—Se te sale la baba, amigo —le susurro Jimin levantándose para ayudarle a los muchachos. El menor retiro la vista del pelinegro con un sonrojo devolviendola a su teléfono.

Namjoon puso el guacamole en la sombra mientras ambas J ponían los maduros junto a la carne.

Taehyung se giro para verlos hacer su labor volviendo a quedar hipnotizado por el pelinegro que está vez sonreía y se carcajeaba por lo que hablaba el más mayor. La hermosa sonrisa lo envolvió  haciéndole caer en una ensoñación que le hizo detallar su perfecta, hermosa y tierna cara que hacia contraste con su gran cuerpo, los rosados y tentables labios que lo besaban constantemente en la mejilla dejandolo sentir lo calidos que eran a diferencia del frío acero del piercing que adornaba el costado del labio inferior.

Cuando dejó de escuchar voces, quito la mirada de los labios ajenos dandose cuenta de los tres pares de ojos sobre él.

—Hoy estas muy distraído, Tae —comento Jungkook negando con una sonrisa. Obviamente había visto a el menor mirándolo embobado y eso no pudo hacerlo sentirse mejor.

—Estoy de lo más normal —dijo tragando nervioso— Solo... estaba viendo los maduros.

—Claro, los maduros —dijo Jimin con sarcasmo— ¿Como vas con aquello?.

—Razonandolo.

—¿Que? —pregunto Namjoon sin entender y Jimin se alzó de hombros volviendo su atención a la carne.

Varios minutos después toda la carne cocinada estaba en una montaña sobre un plato al igual que las papás y los maduros. Comieron de forma tranquila hasta que los estómagos se llenaron y no dieron mas abasto, quedaron algunas sobras que guardaron para la cena y volvieron a recostarse en las sillas para bajar la comida.

[...]

Estaban sentados en el jacuzzi; no estaban jugando ni nadando, solo permanecían ahí hablando y disfrutando del agua tibia y burbujas mientras la noche se acercaba cada vez más.

Jimin y Namjoon eran quienes protagonizaban la conversación mientras el otro par los escuchaba atentos y aportaba algo de vez en cuando.

Los fuertes brazos de Jungkook rodeaban la cintura de Taehyung y su mentón se apoyaba en la cabeza del otro a la vez que el menor recostaba su cuerpo sobre el pecho ajeno.

Esta vez a diferencia de muchas otras era consiente de cómo los latidos de su corazón iban más rápido que de costumbre y de la sensación de nerviosismo y calidez invadían su cuerpo.

Una de las actividades favoritas del mayor era rodear su cintura y lo había podido confirmar desde hace bastante tiempo, pero ahora para él se sentía muy diferente y más emocionante que antes.

Jimin le lanzo una mirada divertida mente acusadora haciéndolo reír rodando los ojos, su amigo se había dado cuenta de muchas cosas que el apenas estaba descubriendo, pero afortunadamente lo estaba haciendo.

Y Jimin tenía mucha más razón de la que pensaba.

—Ya me esta entrando hambre —se quejo Jimin poniéndose de pie— Voy a comer algo del almuerzo.

—Yo voy contigo —el menor se puso de pie saltándose muy a su pesar del firme agarre que tenía Jungkook sobre él; podía haber seguido ahí el resto de la noche pero necesitaba hablar con Jimin.

—Yo también v...

—¡No!... nosotros te traemos algo —detuvo a Namjoon sentandolo por los hombros nuevamente y salio caminando junto a Jimin.

—Por lo visto tienes algo que decirme —dijo poniendo el plato con las sobras en el microondas.

—Creo que Jungkook me gusta —Jimin empezó a dar saltitos y gritos emocionados.

—¡Yo sabía! sabía que te gustaba Jungkook.

—¡¡Qué!? —Jimin y Taehyung quedaron helados como dos estatuas y se dieron vuelta viendo como Namjoon no estaba muy diferente a ellos junto a la puerta de cristal— Osea... yo lo sospechaba, pero confirmarlo es muy diferente...

—Tienes que callarte —amenazó el menor apuntandolo amenazante— No puedes decir nada Kim Namjoon.

—¿No puede decir que? —Hablo Jungkook pasando junto a él mayor y tomando asiento en uno de los bancos de la isla— Ya me aburrí y empezó a hacer frío —señalo vagamente a la piscina— ¿Que no puede decir?.

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C.A

 Axiomático ☆ KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora