Winter, Viserys Targaryen [HOTD]

2. Dragon's nest

El rey Viserys optó por ignorar las quejas y murmullos que su decisión de casarse con una doncella de la casa Stark provocó.

Los más ofendidos eran sin duda los Velaryon y los Hightower, ambas casas ofrecieron las manos de Laena y Alicent respectivamente. Sin embargo, a ojos de Viserys, casarse con una desconocida era la única opción para evitar el conflicto que sin dudas se generaría entre ambas casas si eligiera a una sobre la otra.

Laena Velaryon además de ser la hija de su prima hermana, Rhaenys, era tan solo una niña. Mientras que Alicent Hightower, a pesar de ser la opción recomendada por el consejo, al haber dado a luz a un bastardo varón, fue descartada luego de que su padre, Otto, la mano del Rey, fuera expulsado de King's Landing por su mala fe al acusar de impura a su primogénita y heredera, Rhaenyra, reclamando que su nieto fuera legetimizado y declarado próximo en la línea de sucesión al trono.

Haciendo honor a su título de "Viserys el pacifico" evitó castigarlos a ambos por la ofensa y decidió simplemente enviarlos de vuelta al Faro.

Viserys alzó la mirada en cuanto las puertas del castillo se abrieron, anunciando la llegada de los visitantes del norte. Vestido con un jubón con los colores característicos de la casa Targaryen, rojo y negro, se levantó del trono esbozando una sonrisa, intentando ocultarles de esta forma el cansancio que sentía a los recien llegados.

Bennard Stark, Lord regente de Winterfell, encabezaba el grupo, hizo una pronunciada reverencia en honor al rey, y detrás de él, emergió la delicada figura de Lyra Stark, su sobrina.

Desde su posición Viserys la observó con asombro apenas contenido. Su cabello anaranjado le caía en ondas por solamente uno de sus hombros. Lyra lucía un vestido azul, sencillo pero elegante, adornado con flores bordadas que fue incapaz de reconocer.

No solo su innegable belleza había cautivado a Viserys, si no también la seguridad con la que le sostuvo la mirada, como si estuviera lista para enfrentar lo que sea. Contuvo sus ganas de preguntarle qué es lo que pasaba por su mente.

―Lady Stark ―dijo acercándose ―Bienvenida a King's Landing, espero que el viaje haya sido agradable.

Viserys no tardó en recordar la presencia de Bennard y el pequeño séquito de soldados norteños.

―Sean bienvenidos todos, amigos mios, las puertas de mi fortaleza están abiertas para ustedes.

―El honor es nuestro, Majestad ―dijo Bennard con una nueva reverencia.

Viserys asintió y volvió a centrar su atención en Lyra.

―Majestad ―comenzó a decir la doncella ―He escuchado cientos historias sobre los dragones de su casa, me preguntaba si... si podría tener la oportunidad de ver...

Lord Stark carraspeó, interrumpiendo a su sobrina y enviándole una mirada significativa.

―Disculpe su atrevimiento, Majestad.

Viserys se apresuró a negar, el "atrevimiento" de Lyra le había resultado encantador.

―No hay nada que disculpar. Mi lady ―se dirigió a ella ―Será un honor complacer sus deseos, en cuanto nuestra unión se oficialice, la llevaré personalmente a Pozo Dragón para que pueda admirar con sus propios ojos a nuestros dragones.

La mención de las criaturas pareció encender una chispa en los ojos de Lyra.

―Mi hija Rhaenyra es la jinete de un dragón llamado Syrax, puedo pedirle que se lo presente.

Lyra esbozó una sonrisa que derritió a Viserys.

―Muchas gracias, Majestad, ansío poder conocer a la princesa pronto.

―Ella también lo ansía, mi Lady. Esperamos que King's Landing le resulte placentero, vealo desde ya como su hogar.

Viserys desvió la mirada hacía Bennard, para incluir al Lord en la conversación.

―Si me lo permite, desearía ofrecer un banquete en honor a ustedes esta noche. Será la oportunidad perfecta para celebrar y conocer mejor a mi futura reina antes de nuestro enlace.

La idea del banquete pareció aliviar la tensión de parte de los norteños, quienes respondieron con murmurllos animados, Bennard alzó la voz para responder en nombre de todos.

―Agradecemos su hospitalidad, Majestad, será un honor asistir.

―Entonces queda pactado. Mi Lady ―Viserys inclinó la cabeza hacia Lyra ―Si desea descansar y prepararse para el banquete, los aposentos que he dispuesto para usted están listos, será guiada allí cuando lo desee.

Lyra esperó la confirmación de su tío.

―Apreciaríamos un poco de tiempo para refrescarnos y descansar ―dijo Bennard ―El clima de la capital es bastante diferente al de Winterfell.

Viserys se despidió con una nueva inclinación de cabeza, permitiendo que Lyra y su tío fueran conducidos a sus respectivos aposentos, mientras que los soldados norteños fueron escoltados hasta las barracas.

El rey se mantuvo de pie, observando a la doncella alejarse y no pudo evitar sentirse ansioso y fascinado, emociones que creyó haber perdido junto a su difunta esposa.

N/A

El orden en el que sucedieron algunas cosas se alteraran para darle sentido a la historia.

Espero que hayan disfrutado de la lectura, me encantaría leer el qué les va pareciendo todo.

Muchas gracias.