Bilateral ||SukHoon||

👼; 07

La risa limpia vidrios de Hyunsuk hace eco en la cafetería de la preparatoria. Junto a él, Yoshinori y Junghwan escuchan atentos a un sonriente Jaehyuk mientras intentan no atragantarse con sus almuerzos por cada tontería que el muchacho dice.

Y es que su felicidad no era para menos, pues gracias al éxito que tuvo la jornada días atrás los estudiantes se inscribían al club de baile prácticamente de a docenas, incluso llegando al punto de tener que formar varios grupos con diferentes horarios para evitar aglomeraciones.

A Hyunsuk se le hacía casi imposible disimular el buen humor que tenía en ese momento, ya que, si bien estando a solas con Jaehyuk la pasaba igual de bien, estando cerca de más personas que congenian con su clase de humor lo ponía de buenas. Nunca había sido completamente cercano a Yoshinori, pese a haber tenido oportunidad de intercambiar palabras en más de una ocasión (ventaja que tenía al compartir clase con el muchacho) hasta hace se limitaban a ser simples compañeros de curso. Sin embargo y como si no fuera suficiente, ahora incluso compartía almuerzo con el novio de este. Jaehyuk también parecía estar a gusto bien pegadito a Junghwan mientras no dejaba de hacer hincapié en lo tierno que el chico era, sumado a que Yoshinori tironeaba del castaño para separarlo de Jaehyuk mientras fingía estar enojado.

Si así iban a ser sus mañanas a partir de ahora, bienvenidos sean los lunes a las 7:00 am.

—Voy al baño.

—Por favor sé cuidadoso, siempre que te dejo solo te ocurre una desgracia—le dice Jaehyuk haciendo referencia a ya sabe quién.

—Eso no va a pasar, volveré enseguida.

Hyunsuk camina sin la necesidad de apurarse prevaliéndose de que los recesos a la hora del almuerzo eran más largos, aprovechando que no hacía mucho desde que este comenzó, si la puerta del baño se atoraba como la semana pasada al menos esta vez tendría tiempo para salir.

Pasar frente al aula B-2 ciertamente le da escalofríos, incluso si a diferencia de cómo fue en otra ocasión ahora estuviese vacía, los recuerdos le llegaron de forma inevitable. Faltando unos pocos metros para llegar a su destino, un pequeño ruido proveniente de la sala de profesores lo hace detenerse sobre sus pasos. Por reflejo se oculta a un lado de la ventana que da al interior de esta, asomándose apenas para ver hacia el interior.

Y en ese momento es cuando se pregunta a sí mismo ¿Por qué siquiera se tomaba la molestia de detenerse? Podría haber seguido su camino hasta el bendito baño y su ordinaria vida habría continuado estupendamente.

Pero no, Choi Hyunsuk estaba parado como un idiota espiando a Jihoon husmear entre la pila de exámenes que estaba en una de las mesas.

El muchacho está de espaldas, pero Hyunsuk reconocería esa melena color gris donde fuera. Sin emitir el más mínimo ruido empuja la puerta corrediza para adentrarse y, una vez se encuentra lo suficientemente cerca, toma a Jihoon de la muñeca, haciendo a este voltearse con rapidez.

—¿Qué haces?—pregunta el mayor intentando verse intimidante aunque la realidad fuera que por dentro estuviese cagándose del miedo por pensar en las posibles consecuencias que conllevarían sus acciones.

Que sea lo que diosito quiera.

Incluso si el menor fuese unos cuantos centímetros más alto que él, Choi alza su mentón y lo observa, sin cambiar su expresión. El rostro de Park era un poema, sus ojos más abiertos de lo normal y sus labios ligeramente separados posiblemente por estar pensando en qué excusa inventarse.

—Y-yo no...—alcanza a decir, pero sabe que es inútil porque su mano libre sosteniendo una de las hojas es suficiente para incriminarlo—Déjame.

—Yo fui quien trajo estos exámenes hoy en la mañana, si algo falta al primero que culparán seré yo.

—Solo voy a tomar una foto, suéltame.

—No—dice sin rodeos. El peligris lentamente se atreve a alzar su cabeza para verlo, sin saber exactamente qué tipo de expresión le estaba mostrando—¿Qué harás, Jihoon?

El nombrado agacha su rostro rápidamente para ocultar lo rojo que este ahora se encuentra. Aun así, no duró mucho. Porque antes de que pudiese reaccionar, el menor había cambiado sus posiciones, él ahora encontrándose apoyado contra la mesa mientras que Jihoon prácticamente estaba encima suyo, inclinándose peligrosamente hasta que sus rostros estuviesen a escasos centímetros del otro.

Hyunsuk no tiene dudas de que el chico es más que consciente de lo que está haciendo, sabiendo perfectamente el efecto que su rostro tiene sobre, bueno, todo el mundo. Sin alejarse siquiera un poco, Jihoon forma una sonrisa ladina y le susurra al oído algo que ciertamente le provoca un escalofrío, que los vellos de su nuca se ericen y que su respiración se entrecorte.

—Hyung.

Hyunsuk voltea su rostro hacia otra parte. No obstante, Jihoon dirige el suyo de forma que el mayor siguiera viéndolo a la cara, debiendo repetir esta acción un par de veces.

—Eso no funciona conmigo.

Patrañas.

Decir que no había caído ante el encanto del muchacho por trillonésima vez sería una descarada mentira, y que este prácticamente estuviese tratando de provocarlo de aquella forma ciertamente despertó pensamientos que no se podían decir en voz alta.

—Eres malo—dice, posando una de sus manos sobre la del mayor quien sostiene el borde de la mesa como único soporte para que el contrario no acerque su rostro más de lo debido.

—No voy a caer—responde aun sin mirarlo, zafándose del agarre.

Pero a Jihoon no parece importarle, porque el hecho de que solo se limitara a sonreír mientras procedía a rodear el cuello de Hyunsuk con sus brazos se lo confirmaba.

—¿Crees que le hago esto a todas las personas que me atrapan haciendo cosas que no debo hacer?

—¿Qué, acaso te gusto?—pregunta en tono sarcástico, sabiendo que solo terminaría más desilusionado de lo que ya estaba.

Pero no decae rápidamente. Su mirada ahora se mantiene alta, como si estuviera desafiando al chico frente a él aún si su posición no fuese la mejor.

Jihoon parece exaltarse ligeramente en el momento que escucha la pregunta, desviando su mirada aún sin cambiar su postura, como si estuviera pensando qué decir. Se toma unos segundos antes de mirar nuevamente a los ojos de Hyunsuk, esta vez sin una sonrisa que hiciera correr el riesgo a que sus palabras no fueran tomadas en serio.

—Tal vez.