"KILLING ME SOFTLY." | ⚠ +18 |

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тw; ¡Hola lector!, esta historia esta inspirada en la novela gráfica "Killing Stalking" hecha por 'Koogi'. Si bien voy a modificar algunas cosas y rellenar algunos huecos que Koogi dejó, no considero que la historia sea mía como tal. Tomenlo como una especie de adaptación.

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«Hay un chico que me gusta mucho. Sigo todas sus actualizaciones en redes sociales religiosamente, ¿No es obvio que quiera conocer la vida personal de alguien que me gusta?, No hay necesidad de sentirse avergonzado.

Pero no quiero que él se entere. Porque estoy seguro que me verá como una especie de acosador.

Normalmente en una relación hombre-mujer, ellos terminarían por salir algún día, o deciden ser amigos en la minoría de las veces.

Pero en mi caso no aplicaría en ninguno de los dos.

Yo. Rengoku Kyojuro, soy un hombre»

Kyojuro mordió su labio interiormente mientras sentía ser levemente empujado por una de las tantas personas que estaban de pie como él. Se encontraba en uno de los autobuses que solía concurrir con frecuencia ya que pasaban por su universidad y solían dejarlo ahí, o en este caso, recogerlo del instituto para llevarlo a su destino. Sus iris color amarillo y pupilas naranjas miraron con disimulo a la persona que lo habia rozado con su hombro pero decidio no darle mucha importancia. No se dirigía a su casa, nunca lo hacía. Su rutina siempre era la misma: despertar a las tres de la mañana, pedir un taxi del servicio 24 horas y dirigirse a la casa de la persona que amaba. Le gustaba sentirse el primero en verlo en el día.

El hombre que amaba quizá no sabía que existía, pero él lo veía siempre. Siempre.

Lo veía desde las ventanas que por pura casualidad dejaba con las cortinas abiertas. Lo veía bajar las escaleras, acomodarse su cabello en el espejo de la sala, hacerse el desayuno en la cocina y finalmente: Salir de su hogar con su mochila cargada de un solo hombro oliendo a una fragancia masculina bastante imponente. Ahí era cuando corría. El autobús del instituto pasaba de mera casualidad frente a la casa de su hombre, así que corría lo más rápido que podía a la siguiente estación de autobús para tomarlo en un lugar diferente para anular cualquier pizca de sospecha. Siempre procuraba escoger algún lugar cercano al asiento que su ajeno elegía, y si tenía mucha suerte y había mucha gente en el autobús, se quedaba parado sosteniéndose del tubo metálico que se ocupaba como agarradera justo frente a él. Lo mismo pasaba al salir de la universidad, se apresuraba para salir de sus clases para alcanzarlo en la parada y subirse con él. Eran las únicas veces que se le acercaba tanto y sin que todo su grupo de amigos estuviera rodeandolo. Justo como ahora.

Desvió su mirada hacia abajo y ahí estaba el hombre de sus sueños: Sentado en uno de los asientos mientras miraba su celular de manera despreocupada y movía sus dedos sobre el teclado. Sus ojos miraban atentamente su móvil mientras parecía textear con alguien. Kojuro observó con anhelo cada parte de él pero siendo discreto. Su cabello rosado, sus ojos ambar con toques rojizos, sus piel blanca y ojeras, su piercing en la ceja izquierda en forma de triangulo y sus aretes negros; la raya que tenia en una de sus cejas y los tatuajes color azul rey en forma lineal en sus brazos junto con su sudadera blanca arremangada para dejar verlos.

Pensamientos como "¿Por qué sonríe a su celular?" "¿con quién habla?" "¿Es con una chica?" pasaron por su cabeza una y otra vez. Miró al cristal del autobus para intentar ver algo por el reflejo del celular pero no se alcanzaba a ver nada. en cambio, solo se veía su aspecto físico contrastar con el de las demás personas. Su cabello era largo y rubio con las puntas color rojizas, estaba amarrado en una media coleta solo de la parte de arriba dejando el resto del cabello suelto. Tenia tambien ojeras por falta del sueño, sus ojos eran combinables con su cabello siendo amarillos y naranjas; sus cejas eran pobladas y negras y su piel tambien era pálida.