El cuervo y la mariposa

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Mi horario se volvió más apretado después de que Shisui e Itachi se ofrecieran como compañeros de combate, no es de todos los días pero algo es algo.

Hoy mi cuerpo pesaba, era uno de esos días donde te quieres desconectar de todo, quedarte quieta y cerrar los ojos...

Estaba por quedarme dormida tumbada sobre el pasto con un gran árbol haciendo sombra mientras los rayos del sol apenas y se filtraban entre las hojas. Pero una sombra de silueta humana me detuvo.

-Itachi... que raro verte a esta hora del día.

-Me dieron el día libre- la verdad si parece necesitar un descanso-.

-Si ese es el caso, ¿no deberías pasarlo con tu familia?- más específicamente sasuke quise agregar-.

-A veces me gusta tener un tiempo para mi.

-Mmm...- que se supone debo decir?, ¿Ya me voy?, ¿no te molesto más?, ¿Te invito a sentarte?-

Parece ser que Itachi decidió por mi, se sentó a un lado sus ojos perdidos hacia las hojas del árbol mientras el viento alborotaba levemente su cabello.

-Pareces cansado.

-No creo ser el único- volteó a mirarme fijamente con una pequeña sonrisa burlándose de mi-.

-Touché- si... tal vez no fui la indicada para decirlo-.

-¿Qué significa eso?- ladeó la cabeza tiernamente-.

-Que no puedo argumentar nada ante esa lógica.

El solo río muy suavemente y era la sonrisa más hermosa que vi.

Esta vez se acosto por completo en el suelo a mi lado solo que en dirección opuesta, nuestras cabezas estaban a la par. Nos sumimos en un silencio cómodo, tenerlo cerca es una especie de relajante, es como si no tuviera que esforzarme frente a él, es raro como si fuera natural.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que decidió hablar.

- Y tú?, no tienes que ir a la casa de la esposa de Hokage-sama?, siempre te veo ir allá.

-Hoy me dieron un descanso, así que eso hago.

- No deberías ir con tu familia?- pregunto volteando a verme-.

-Si eso creo... solo quería descansar mi mente.

Su mirada me decía que me entendía, no querer volver, desaparecer y no pensar en nada.

-Ya veo... parece que ya se está haciendo tarde, creo que es casi hora de la comida-comenzó a levantarse mientras me extendía su mano- ¿quieres ir a dar un paseo?

Tome su mano, me ayudó a levantarme y comenzamos a caminar a paso tranquilo.

Llegamos a una bancas con sombra, me indicó que me sentara, él se fue, pero cuando regresó traía consigo 2 té y una brocheta de dangos para cada uno.

-Los dulces son una alegría al corazón.

-¿A ti te sirve?- pregunté-.

-Es más soportable- su sonrisa se volvió triste-.

Me dio su último dango rosa.

Esto se considera beso indirecto?

El día se me hizo más lento que de costumbre, después de terminar el té y los dulces continuamos caminando por un rato más.

-Todo está tan tranquilo que no pensarías que acaban de suceder 2 guerras.- podríamos decir que es una "paz temporal"-.

-Si... supongo que fue una suerte que Konoha "ganara", pero no creo que todas las aldeas estén tan bien como nosotros y ni hablar de las pequeñas aldeas que fueron daño colateral.

Reencarné en NarutoWhere stories live. Discover now