Terminando de acomodar los nuevos contratos y supervisar las finanzas de las exportaciones, se quitó los lentes y restregó sus cansados ojos.
El día laboral había sido insoportablemente largo y agotador. Necesitaba urgentemente algo que levantara sus defensas por lo que no dudó en apretar el botón del intercomunicador y pedirle a su secretaria-mejor-amiga que le llevase un energizante.
La muchacha ahora pelirroja, apareció con una lata de Redbull y tendiéndosela sobre el escritorio se sentó, acariciando su pequeño, pero abultadito vientre.
- Te ves cómo la mierda, pequeño Emi. ¿Estás seguro que no necesitas un pack entero de esos? - preguntó señalando la lata.
- Gracias por el cumplido, preciosa. - dijo rodando los ojos. - estoy exhausto, María.
- Pude darme cuenta de eso. ¿Te ha llamado tu amorcito?
- Me ha mandado un mensaje hace cómo 3 horas, Elyzabeth está con él. - contó. - no queremos dejarlo sólo. - desabotonó sus mangas enrrollándolas luego.
La chica asintió en acuerdo. - podrías haberle dicho al jefecito supremo que te tomaras éstos días, dudo que te niegue eso, sabiendo la situación.
- Hay muchas cosas por resolver aquí, Mar, además, es aquí dónde puedo hablar con Eduardo sin que Joaquín esté presente. Hablando de ello, ¿Ha enviado algún recado?
- Dijo que vendría a las 5, para darte el parte. - respondió. - espero que encuentren a ese idiota lo más pronto posible.
- Bien, faltan 20 minutos, descansaré un poco.
- ¿Esa es tu manera más sutil de decirme que me vaya?
- Exactamente, corazón. - sonrió, la chica le sacó la lengua y le revoleó un papelito.
La joven salió de la oficina y Emilio se levantó de su asiento para luego caminar los pocos metros dónde los sofás se encontraban, tirándose de lleno sobre uno de éstos se permitió cerrar los ojos por esos escasos minutos a la llegada de su amigo.
Una vibración en el sector izquierdo de su pantalón lo sacó de su ensoñación, metiendo la mano en el bolsillo lo sacó y sin ver el nombre se lo llevó a su oído.
- ¿Hola?
Hubo silencio, sólo se escuchaba una respiración agitada que hizo que ésta vez sí se fijara en la pantalla, un número desconocido.
- ¿Hola? - repitió.
- No podrás mantenerlo siempre vigilado.
Su corazón latió con fuerza al oír esa voz.
- Tú, maldito enfermo, voy a matarte. - musitó apretando con fuerza el aparato.
Una risa estrenduosa salió del otro lado de la línea.
- Disfruta del pequeño Joaquín mientras puedas.
Y la llamada fué cortada. Sintiendo una incontrolable furia recorrer sus venas tapó su rostro con ambas manos dando un grito desgarrador. Estaba harto ¿Porqué simplemente no podían estar bien, sin ningún problema? ¿Porqué las cosas debían ser de ésta manera?
2 golpes en la puerta lo hicieron volver en sí mismo y levantándose de su lugar, movió sus pies hasta esa dirección para luego abrir la misma, Eduardo se encontraba del otro lado y sin dudarlo tomó su brazo, metiéndolo hacía dentro.
- Wow, wow, wow. ¿Qué ha pasado? - dijo Barquín.
No respondió, en su lugar agarró el aparato que aún seguía en el sofá negro y comenzó a buscar en el registro aquella llamada, una vez que lo encontró se lo pasó.
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Can't Stop Falling In Love // Adaptación Emiliaco
Fanfiction"¿Debería Quedarme? ¿Sería un Pecado sino puedo evitar enamorarme de tí? Cómo un río fluye, Con certeza hacía el mar, Cariño, así vamos tú y yo, Algunas cosas estaban destinadas a ocurrir. Toma mi mano, toma también mi vida entera, porque no puedo e...