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El día comenzaba con normalidad, Izuku y su grupo de amigos se dirigía a la UA entre risas, llendo primero a sus casilleros para tomar algunos materiales que ahí dejaban.

No obstante, Midoriya encontró algo inusual en la puertita de su casillero, pues a un costado estaba pegada una pequeña carlita, el sobre era de un pulcro color blanco y la sellaba una estampilla de corazón rojo. Izuku se sonrojó al instante, pues jamas se imagino que le llegarán a hacer un gesto como ese.

La despegó pensando que quizás se habían equivocado y se apresuró a buscar el destinatario, topandose con su nombre escrito en perfecta letra cursiva.

Despegó con cuidado la estampita y sacó el papelito cuidadosamente dobladoado, dejó a un lado el sobre y poco a poco fue abriendo la hoja de papel color verde pastel.

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"Regalame un suspiro.
Regalame un segundo de tu atención.
Regalame tu fuerza, que la necesito para confesarte estos sentimientos que guardo en un cajón.
Una mirada, una sonrisa. Me conformo con tan poco, aún que tu signifiques mi todo."

                                           Atte: Groud Zero
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La cara de Izuku estaba tan roja como un tomate y su corazón enternecido con tan lindas palabras, nunca imaginó que alguien llegara a escribir tales cosas para él. Volvió a ver el destinatario de la carta para volver a comprobar que era para él y no había sido un error.

Pero efectivamente, su nombre estaba escrito ahí.

–Deku-kun ¿Estas bien?– pregunta preocupada Uraraka al ver que Izuku inmóvil y totalmente rojo.

–S-si– responde con simpleza sin querer verla a los ojos.

–Uh ¿que es eso?

Ambos amigos tienen mucha confianza, por lo que Deku atina a pasarle la hojita a su amiga, quien la lee con cuidado y suelta un gritito agudo de lo emocionada que estaba, mientras daba saltos de alegría.

–Deku-kun, esto es muy tierno ¿se la mandaras a alguien?

–¿No viste la firma?– pregunta el pecoso y la castaña vuelve a revisar la carta, la verdad no presto atención a ese detalle –la encontré pegada en mi loker.

–¡Tienes un admirador secreto!– volvió a chillar emocionada.

–¿"Un"?– cuestiona confundido y completamente sonrojado.

–O una, uno nunca sabe– aclaro entre risas la chica castaña.

Ochako le devolvió la cartita a Izuku, quien aun seguía extremadamente avergonzado, aún no podía creer que sea a él quien le escribieron esas palabras, pues no está acostumbrado a tal atención, de hecho, en secundaria había sido blanco de burlas múltiples veces.

Recién cuando entro a la UA. comenzó a tener un poco de más confianza a su persona, todo gracias a su grupo de amigos que lo apoya en lo que puede.

Aun así, no sabe si esta listo para creer que alguien realmente pueda gustar de él. Tal vez sólo sea una broma pesada, como esas de la secundaria. Suspira afligido ante el recuerdo.

Entonces llegan al salón de clases, la mayoría de sus compañeros ya está ahí, sin embargo, el asiento vacío frente a él suyo le extraño.

Katsuki jamás llegaba tarde ¿le habrá pasado algo?

Si bien durante la secundaria tuvieron algunos inconvenientes en su amistad durante la secundaria, Izuku jamás ha dejado de considerar a Kacchan como su amigo, en aquellos tiempos cuando Katsuki comenzó a juntarse con esos vagos buenos para nada comenzó a alejarlo, él no quería dejarlo al lado de esos vándalos que quizás le traerían problemas, pero se rindió una vez que las cosas escalaron un poco más y los insultos de Katsuki realmente lastimaron a Deku.

Por la paz, decidió alejarse.

Pero pese a que Bakugo había formado una brecha entre ellos, Izuku lo siguió de cerca, preocupándose en silencio por él.

Estaba a punto de ir con los amigos del rubio a preguntar por él cuando cruzó la puerta, entonces la incertidumbre del pecoso se esfumó y pudo relajarse en su asiento.

Las clases fueron relativamente normales y aburridas, Deku se perdió en sus pensamientos la mayor parte del tiempo, preguntándose quién podría ser aquella persona anónima que se expresa de forma tan linda y lo hace suspirar de vez en cuando. Sin darse cuenta, tal como decía la carta estaba regalando suspiros y sonrió divertido ante el pensamiento de que ni siquiera sabe quien es.

Si lo supiera, tal vez podría regalarle un poco de su atención tal como lo pide en el escrito.

Entonces suena la campana, interrumpiendo las lagunas mentales del peliverde, y esta decidido. Sus amigos y él investigarán hasta toparse con el admirador secreto que ha dejado esa cartita para él.

–Tienen que ayudarme– pidió Izuku una vez se sentaron sus amigos en la mesa de la cafetería.

–¿A que exactamente?– cuestionó dudoso Iida.

–A descubrir quien la escribió– responde Izuku mientras pone la cartita sobre la mesa.

El primero en tomar el sobre es Shoto, quien saca el papel doblado y comienza a leer mientras bebe de su café.

–Yo creo que es Kirishima– dice inexpresivo una vez termina y da un sorbo a su vaso.

–¡¿Qué?!

Todos preguntan al unísono, menos Izuku, quien casi muere ahogado con su limonada, Ochako tuvo que darle varios golpecitos en la espalda para que pasara el mal rato.

–¿Que te hace pensar que es el, Todoroki-kun?– pregunta Izuku intentando recuperar el aire, tosiendo un poco de vez en cuando todavía.

–No lo se. Siento que Kirishima seria el tipo romántico que scribiria esas cosas tan cursis– aclara y los chicos se quedan pensando por un momento.

–De hecho, es un buen punto– interviene Tsuyu, colocando uno de sus dedos sobre su mentón.

–Pero-

–Podrías preguntarle– Iida sugiere con normalidad, hablar las cosas de frente y directo al grano evita cualquier tipo de mal entendido.

–¡Que vergüenza! ¿Que tal que no es él?– cuestiona avergonzado el pecoso,mientras tapa su rostro con sus manos.

–¿Y que tal que si?

Izuku mira de reojo a Shoto y suspira. Le avergonzaria mucho hacerle tal pregunta al pelirrojo, sabe que no es una mala persona, pero a su mente vienen mil memorias de humillaciones en secundaria y eso no le gusta.

–Estaremos ahí para apoyarte, Deku-kun. Si no es Kiri le podríamos pedir que nos ayude– propuso feliz la castaña.

–Bien. Lo haré.

Cartas Para Un NerdWhere stories live. Discover now