Amantes y Traidores [Alejandro Vargas & OC]

Capítulo 2

Narra Victoria

Sus movimientos al principio eran suaves pero conforme fueron pasando los segundos se volvió cada vez más rápidos al punto en que nuestros gemidos eran difíciles de callar. Mis manos recorrían su espalda y de vez en cuando tiraba de su cabello en cambio las manos de él recorrían todo mi cuerpo provocando que mi piel se erizara por completo. 

Luego de un rato me estaba vistiendo, eran ya las cuatro y media de la mañana.

— Me tengo que ir - hablé -

— ¿Nos volveremos a ver? - él preguntó -

— No lo sé - respondí -

— ¿Tan siquiera puedo tener tu numero? - volvió a preguntar -

— ¿No sabes quién soy? - alcé una ceja y reí -

— Hmm no - negó - ¿Debo saberlo? Si eres una actriz prometo que no diré nada a nadie...

— No, olvídalo - reí - dame tu teléfono. 

Le anoté mi teléfono y termine de vestirme.

— Envíame mensaje - lo miré - si te vas a quedar más días aquí, quizá después podamos salir.

— Vale - él respondió - te enviaré mensaje cuanto antes para saber si ya llegaste a tu casa.

— De acuerdo - sonreí - hasta luego y fue un placer Alejandro.

— Hasta luego.

Ambos nos despedimos, salí del lugar con prisa y llamé a uno de los choferes para que viniera por mí cuanto antes y llegar a casa antes de que uno de mis hermanos o mi padre se de cuenta. 

Por suerte cuando llegué todos seguían dormidos, subí a mi habitación, me duche, me cambie de ropa y me fui a dormir. La mañana siguiente desperté "temprano" son las diez de la mañana, baje a desayunar después de haberme  cambiado de ropa de nuevo.

— Buenos días - dije entrando al comedor -

— Hasta que despierta la reina - mi papá habló - creí que no te ibas a despertar, ya iba a enviar a alguien a que te echará una cubeta de agua fría.

— Me sentía cansada - respondí entre risas -

— Me imagino que la fiesta estuvo muy divertida ¿No? - Roberto me miró - 

— ¿De qué hablas? - alcé una ceja -

— No te hagas la estúpida - respondió - si ya me dijeron que te vieron en el bar ese al que siempre vas con un tipo.

— ¿Es cierto, Victoria? - mi papá preguntó -

— Solamente quería salir - lo miré - y si te decía no ibas a dejarme seguramente, como siempre.

— ¿Por qué siempre haces eso? - me miró molesto - ¿Y quién es el hombre ese con el que estabas?  

— Debe ser su novio de turno - Fernando me miró -

— Ustedes son unos idiotas - los miré - 

— Victoria - mi papá alzó la voz -

— Es alguien con quien salgo - respondí - nada serio por el momento.

— ¿Sabe quién es tu familia?

— No - negué -

— Si están saliendo quiero conocerlo - mi papá me miró - invítalo a la fiesta del dieciséis.

Giré mis ojos y asentí.

— ¿Dónde están mis sobrinos? - miré a mi hermano -

— Diana los llevó a comprarse algo - Fernando respondió -